Como todo capitán, David Henríquez tenía que imponer carácter en determinados momentos, aunque a veces se le pasó la mano. El ex defensa central tuvo varios encontrones con árbitros y algunos generaron repercusión.

Uno de los más sonoros fue el que protagonizó con Eduardo Gamboa padre, quien sufrió la furia de Davicho tras haberlo expulsado una vez finalizado el partido.

“No era para expulsión. Gamboa estaba caliente conmigo y por eso me echó. Es un mal árbitro y con esa guata no puede dirigir”, David Henríquez.

Y así fue, ya que posteriormente no volvió a arbitrar. La FIFA decidió que los jueces no podían tener barriga para darle paso a los que estuvieran físicamente mejor preparados y con otra estética.Davicho después tuvo que verse las caras con Eduardo Gamboa hijo y reconoció que tuvo que ir a pedirle disculpas por los dichos en contra su papá en conversación con Catenaccio Sports

“Yo al que me tiré y nunca más me arbitró fue Gamboa (padre). Después me tocó que me dirigiera el hijo y le tuve que pedir disculpas por el papá, que estaba amurrado. Me enojé con el por decir cosas y le dije que no podía correr en la cancha, que estaba muy guatón. Es algo de lo que me arrepiento, cuando perdía en el fútbol me iba completamente”, lamentó.

Henríquez aprovechó también de desclasificar sus discusiones con Carlos Chandía y Rubén Selman, los dos jueces FIFA de comienzos de los 2000. “Peleaba mucho con ellos”, comenzó recordando.

“Ellos eran de la antigua escuela de árbitros, que eran los que puteaban a los jugadores. Entonces ellos me puteaban y yo los puteaba de vuelta, había partidos que ellos empezaban, luego yo los puteaba y me mostraban amarilla. Yo les reclamaba ‘¿Cómo me mostrai amarilla si ustedes me putearon antes?’. Me decían que era porque mis puteadas eran mala leche”, completó.