Las series menores de cada liga es donde comienza ese sueño inexorable de los jóvenes para ser futbolistas. Algunos dejan todo por perseguir esa meta, se alejan de sus familias, pasan momentos de soledad o viven en contextos de marginalidad que les dejan enseñanzas para bien o mal.

Su formación es una de las mayores responsabilidades que debe asumir un club deportivo, si estos no contribuyen a su desarrollo, el fútbol simplemente dejará de existir. Son ellos los que nutren de jugadores a las ligas y selecciones nacionales.

 

Es por ello que se debe elegir adecuadamente a quienes llevan a cabo este proceso, que en el caso de Colo Colo, ha sido duramente cuestionado por los pocos jugadores de sus cadetes que se han consolidado en el primer equipo.

El elegido por Marcelo Espina para liderar este nuevo ciclo es el argentino Ariel Paolorossi de 52 años, considerado en su país como uno de los mejores en el trabajo con juveniles. Cuando se habla de él, nos referimos a un profesional que lleva 22 años de probada trayectoria en el fútbol formativo.

Un hombre que define que el problema de los jóvenes no es que haya cambiado el fútbol, sino que cambió la transición a la adolescencia y que sin formadores capacitados no sabrán como sobrellevar diversas situaciones que pone la vida.

"Es muy fácil olvidarse de todo lo que significa ser fútbolista, ya sea en el club que te está formando u otro. Antes lo único que importaba era convertirse en jugador de fútbol, y eso es algo que se lograba transmitir. Hoy creo que hay un alto porcentaje de chicos que piensan en otras cosas, la fama y el dinero, antes que en ponerse la camiseta de algún equipo", dijo hace un tiempo a medios de su país.

Durante su paso por Lanús dejó como legado a varios futbolistas que son parte de la época dorada del cuadro granate que consiguió los cinco títulos que tiene en su historia, destacando la Copa Sudamericana de 2013 y dos ligas argentinas. Además, obtuvieron un subcampeonato de Copa Libertadores el 2017.

Fue importante en la consolidación de jugadores como Diego Valeri, Guido Pizarro, Sebastián Leto, Lautaro Acosta o Eduardo Salvio, casi todos ellos han sido seleccionados o pasaron por Europa. En la actualidad Lanús pelea por cosas en todas sus categorías y mucho se debe al trabajo de Paolorossi.

Incluso fue cedido por los granates para que dirigiera a la selección argentina sub 20 en el torneo L´Alcudia. Consiguió el subcampeonato en un plantel que tuvo entre otros, a Lautaro Martínez, ex figura de Racing y ahora en el Inter de Milán.

En su currículum también destaca lo hecho en Estudiantes de La Plata, de donde salieron nombres como Joaquín Correa, jugador de la Lazio, y Guido Carrillo, actualmente en el Leganés y con pasos por el Mónaco y Southampton.

Pero Paolorossi no es un desconocido en Chile, concretamente en Unión San Felipe, donde tuvo la virtud de detectar el potencial de tres jugadores emblemáticos que se formaron en el valle del Aconcagua: Cristián Suárez, Esteban Carvajal y David Fernández.

El recuerdo que dejó en San Felipe fue muy grato, tanto que un histórico de ese club como Ricardo "Manteca" González elogió su labor: "Trabaja muy bien, es bien metódico, no es el típico argentino versero... Cuando llegó rescató a Cristián Suárez, que en ese entonces estaba prácticamente retirado trabajando en unas parras. Él recopiló antecedentes, pidió que volviera y terminó jugando el Mundial Sub 20 de Canadá 2007. Paolorossi fue muy importante en su carrera", comentó en una entrevista a CDF.

El año pasado formó parte del cuerpo técnico de los aconcagüinos y ahora enfrentará el reto de mayor presión de su carrera. Por la exigencia del medio trasandino es algo con lo que puede saber convivir, pero el peso de Colo Colo en Chile es sólo comparable al de Boca o River en Argentina.