Esteban Paredes es un hombre que suele cumplir sus promesas y objetivos. Cuando regresó a Colo Colo eligió el número 30 porque afirmó con convicción que ganarían esa estrella y previo a un clásico, para el que estaba en duda por molestias, respondió que el gol que más recordaba ante la U era el que haría en ese partido (hizo tres).

 

Pero hay otra frase suya que fue recordada. Hace cinco años, en una entrevista al diario El Mercurio, había anunciado su deseo de superar el récord de Chamaco Valdés. “Pero 215 es mucho. Creo que en Chile (Chamaco) hizo 207 goles y en el Colo, 179. Me sé la estadística. Pero estoy muy lejos, aunque al ritmo que voy, 16 por semestre, puedo llegar, ja. Chamaco jugó hasta los 42… trataremos de estar a la altura", manifestaba en agosto del 2014.

Se tenía fe el Tanque hace cinco años, a pesar de sólo llevar 137 goles en Primera, pero su producción goleadora en esta segunda etapa en los albos fue realmente notable. Tenía el deseo de conseguir la marca, no importaba lo lejos que estuviera.

 

"Por delante siempre está el grupo. Lo otro llega solo, como en el campeonato pasado (la trigésima estrella). Mi mayor preocupación es darle alegría a la gente acá en el club. Tratar de salir campeón nuevamente y lo otro llegará solo, con el tiempo y los partidos. Eso me tiene tranquilo", sentenció.

Y pensar que habían personas dentro del club que no querían su vuelta al Monumental. Dudaban del aporte que podría tener debido a su avanzada edad (cumplió 34 años en su regreso al Cacique), pero a punta de goles silenció cualquier tipo de duda.