Arturo Vidal fue el encargado de ejecutar el lanzamiento penal que significó el descuento de Chile ante Argentina. No se complicó, definió con potencia al medio y dejó sin opciones a Franco Armani.

 

Pero hubo un hecho que captó la televisión argentina. Paulo Dybala estaba cerca gritándole un mantra para que se perdiera el penal.

El delantero de la Juventus dijo "quiricocho". Carlos Bilardo tenía un muchacho como amuleto en su época como DT de Estudiantes. Quiricocho tenía una condición de mufa que aprovechaban los pincharratas e iba a darle una palmada a los rivales. 

El Doctor toda su vida ha creído en las cábalas y en una oportunidad explicó el uso que le comenzaron a dar sus jugadores: "Quiricocho era un muchacho de La Plata que siempre estaba con nosotros, y como ese año salimos campeones lo adoptamos como nuestro amuleto. Era un buen pibe pero después ya no lo vi más. La última vez que estuve dirigiendo a Estudiantes pregunté por él y nadie sabía nada. Pero aunque no lo creas, cuando fui a España a dirigir al Sevilla hubo un penal para los otros y escuché atrás mío que alguien susurró: 'Quiricocho, Quiricocho' y no lo podía creer, hasta que el Cholo y Diego me avivaron que ellos lo habían dicho un par de veces y el resto lo aprendió. ¡En Europa! Parecía mentira, pero vos decís 'Quiricocho' ¡Y erran!",comentó.

La personalidad del King no es apta para mufas y terminó con esta particular táctica de los argentinos.