No hay conformidad en Blanco y Negro con el trabajo de Jaime Pizarro como gerente deportivo. No se ve su mano al momento de visar fichajes, las divisiones inferiores parecen no avanzar y no hay una relación fluida con el cuerpo técnico y los jugadores, como sí era en un principio.

Con la salida de Hernán Levy el próximo 9 de abril, el Káiser perderá a su principal defensor y eso podría determinar su salida.

Una fuente no revelada comentó a El Mercurio que “antes un dirigente entraba al vestuario y sabía lo que pasaba adentro. Levy entraba y no tenía idea de lo que estaba ocurriendo. Es un hecho que Pizarro no sigue, ha sido mal evaluado por el resto del directorio”.