Tras un 2012 donde no hubo ventas, ni participación internacional, sumado a una sanción de cuatro partidos sin público en las gradas –incluyendo clásico-, una millonaria indemnización al cuerpo técnico de Ivo Basay y a un plantel millonario que no gana nada, era imposible que el resultado financiero fuera bueno.
Y es que pese a que la gente no le falla al equipo y el Cacique es por lejos el equipo que más gente lleva a los estadios, los numeros de Blanco y Negro volvieron a ser rojos durante 2012 y arrojan pérdidas por la friolera de US$ 6 millones, unos $ 2.800.000.000.
De esta manera, la empresa que administra al Cacique se queda sin caja y el panorama para el segundo semestre no es muy alentador para pensar en un fuerte desembolso para contratar un cuerpo técnico de primera líne, ni menos refuerzos acordes y ni hablar de pagar indemnizaciones a jugadores para finiquitarlos.
Un sombrío panorama, pensando en que Blanco y Negro en sus tiempos de bonanza logró recaudar US$ 52 millones en venta de jugadores, hoy, tras pésimas administraciones y horribles campañas, vive época de crisis no sólo futbolística, sino que también financiera.