Cuando José Luis Jiménez le sacó cinco metros a Agustín Alayes en el tercero o cuando Andrés Scotti dejó botada la zaga para salir a apurar a Lorenzetti en el primero, no pocos pensaron en que a Luis Mena no le hubiese pasado eso.

Lamentablemente, el más campeón de todos estaba en la banca, mientras la zaga alba daba pena en la cancha y se comía cinco.

Tras el partido, ningún titular quiso hablar y si lo hizo el hombre formado en casa, “es una situación dolorosa y dura, pero es aquí donde se ven los grupos, a ver si somos capaces de revertir esto”.

Tenemos la revancha el jueves por la Copa, donde tenemos una deuda hace mucho tiempo. Hay que salir adelante de este momento para sacar el carro de donde estamos”, dijo.

Mena también se refirió a la situación de Cagna, “Diego está muy triste, como todos nosotros. Para nadie es grato que te griten todo el partido y más encima hacer un partido tan malo como el que hicimos, somos todos responsables”.

Finalmente, Mena fue consultado sobre la ausencia de los dirigentes (Mackenna y Baquedano están de vacaciones), cosa que en momentos de crisis, se toma como falta de apoyo en el fútbol.

“Andaba el gerente general (Álvaro Romero). Pero bueno, cuando las cosas andan mal, uno está más solo que nunca. Pero todos tenemos que ponernos del mismo lado y sacar esto adelante. Colo Colo no tiene por por qué estar donde está”, cerró.

El único que habló tras la derrota, el técnico Cagna mandó a decir que no hablaría con la prensa, se reunió con su representante y con el gerente Álvaro Romero, para luego salir en silencio en compañía de su familia.