Luis Mena ha estado toda una vida en Colo Colo, ya que llegó al club con sólo 13 años y hasta el día de hoy se mantiene, siendo el entrenador de la sub 17. Ha compartido con muchas generaciones de jugadores y en todas hubo referentes para destacar.

En conversación con DaleAlbo, el Cacique Rubio desclasificó algunas anécdotas que vivió con ilustres del Cacique desde su debut en 1996 hasta su retiro en el año 2014.

 

“Subí con un camarín duro, de muchos jugadores de experiencia. Barti, el Rambo (Ramírez), Coto (Sierra), Espina, Ivo Basay, (Claudio) Arbiza, tuvimos la fortuna de ser tricampeones con Gustavo Benítez, semifinales de Copas Internacionales, era un grupo duro. Siempre fui de bajo perfil, trabajador como yo solo, sabía que esa era una herramienta que me iba a llevar a cumplir mis sueños”, comenzó.

Pero había un jugador que marcó su espacio con los jóvenes que ascendieron al primer equipo. “Ivo Basay era duro duro, tenía un genio complicado. Era serio, a los más chicos nos tenía en regla y a raya, pero no era pesado. Tuve la fortuna de conversar con él en La Cisterna como capitán, aunque como compañero era cosa seria, no hay que olvidar que agarró a combos a un técnico en México (ríe)”, recordó.

El Multicampeón reveló un especial momento que vivió en una concentración con Hugo Rubio. “Yo tenía 15 años, Hugo Rubio era el ídolo e imagínate, tenerlo durmiendo al lado. Trataba de imitar todo lo que hacía. Hugo era de hacer yoga, entonces un día desperté a las 6am, Hugo estaba elongando y pensaba ‘chuta hay que hacer esto para mejorar’ (ríe). Después lo empecé a conocer, le encantaba hacer esas cosas, de repente, lo pillabas haciendo yoga, pilates”.

Mena también recordó como la personalidad de Matías hizo que le costara afirmarse al inicio de su carrera. “A Matías lo considero un amigo muy cercano. “Empezó un camino largo antes de explotar. Tuvo momentos muy dolorosos en su carrera, recuerdo cuando Jaime Pizarro lo sacó de un partido y se puso a llorar en la ducha”, narró.

“Viví momentos muy buenos de su carrera, por el gol a O’Higgins siempre le digo ‘te habilité, te dejé solo’, aunque fuera en la mitad de la cancha (ríe). Antes del gol que hace la final ante la U estábamos los dos, Mati me dice ‘este es mío yo le hago’. Le digo, ‘dale, pegale con fe con confianza’, con su garabato de momento. Estuve en ese momento al lado de él”, añadió.

Como era uno de los jugadores más experimentados en el plantel del 2006, el Cacique Rubio sacaba a pasear a los más jóvenes como Matías. “Como veterano, traté de ser un líder positivo. Llevaba a Fernando Meneses, Matías Fernández, y Arturo Vidal a comer empanadas al mall”, contó.

Incluso, se dio el gusto de revelar quién era el más cobarde del plantel cuando salían durante las concentraciones. “Después de entrenar había momentos de distención. Una vez fuimos a un parque de diversiones en México, era como que andábamos en un paseo escolar, tirándonos en las montañas rusas, nos sirvió mucho para tener a ese grupo unido, cohesionado. Lucas (Barrios) no se subía, era muy miedoso, pero el Chapa (Fuenzalida) se tiraba a todo con los brazos en alto, fueron momentos muy lindos”, concluyó.