¿Pudo ser de otra manera? Sin duda, pero las circunstancias hicieron que Miguel Augusto Riffo Garay se retirara del fútbol profesional lejos de su casa, de Colo Colo, tras el desafortunado incidente en la época de Marcelo Barticciotto como DT.

Las diferencias con el 7 quedaron zanjadas en su totalidad. “La prensa inventó muchas cosas. Y si tuve un problema con Marcelo, lo aclaré con él”, comentaba el zaguero ad portas de debutar por Santiago Morning a la revista DaleAlbo de marzo de 2011.

En la ocasión, también comentó que el presidente de Blanco y Negro de la época, Guillermo Mackenna, hizo que se enterara que no seguía en el Monumental dos días antes de la pretemporada y a través de su representante, ni siquiera personalmente. Así, tuvo que buscar nuevos rumbos.

De su relación con los albos, manifestó hace 365 días que “el hincha colocolino siempre me ha manifestado mucho cariño en todos los lugares, en el club siempre tuve una muy buena relación con todos, en especial con los trabajadores y mis compañeros. Logré mucho estando en la institución, gané siete títulos, soy un afortunado de la vida de haber logrado tanto en Colo Colo. Me quedo con el cariño de la gente, siempre me demostró mucho aprecio a pesar de todas las cosas malas que pasaron y se dijeron en su momento. Lo único que puedo decir es que le agradezco mucho a los hinchas y a toda la gente que me ayudó en el camino para lograr las cosas que logré”.

Lamentablemente, descendió con el Chaguito y sintió que era momento, a los 30 años, de dar un paso al costado porque su físico ya no respondía.

Hoy Riffo está sereno. “Estoy feliz con todo lo que me ha dado el fútbol. Cumplí todos mis sueños ya que tuve una carrera muy exitosa. El desgaste físico que tengo y las operaciones ya no me dejan actuar de la forma que quiero”, manifestó a La Tercera añadiendo que “a uno le da un poco de nostalgia todo esto. Ahora llegó la hora de cerrar un ciclo y lo hice de buena forma. Me hubiese gustado retirarme en Colo Colo, pero no se pudo dar”.

De su salida, expuso que “no soy rencoroso y pienso que todas las etapas tienen que tener su fin. De Colo Colo tengo muy buenos recuerdos y pese a tener deficiencias en mis dos piernas, siempre recibí el apoyo de todos del plantel”.

De igual manera, recordó los tantos que más disfrutó, ambos muy especiales. “Tengo dos goles que nunca voy a olvidar y que son a la U. El primero fue el 2004 un cabezazo muy lindo (1-0) y el segundo un gol en el empate 2-2 en el Estadio Monumental (2007)”, rememoró.

EL MILAGRO LLAMADO MIGUEL RIFFO

El canterano nació con una malformación congénita que le hace tener los pies torcidos hacia abajo. Incluso se dudo si algún día iba a llegar a caminar.

Pero la historia es conocida. A punta de esfuerzo y garra, no sólo caminó, sino que se transformó en futbolista profesional y de Colo Colo.

Debutó en 2001 y en 2002 fue parte del plantel campeón en la quiebra. Con Claudio Borghi se transformaría en pilar fundamental del tetracampeonato y remataría con títulos en los torneos de Clausura de 2008 y 2009. Incluso fue seleccionado chileno ante la Argentina de Messi y Tévez y ante el Uruguay que sería posteriormente campeón de América en el Centenario.

Luego tuvo los problemas sabidos con Marcelo Barticciotto, pero ambos dijeron que están zanjados, con lo que es imposible soslayar lo bueno que dejó en el club un jugador como Riffo.

Ahora terminó su curso de técnico y es sabido que quería llegar a las inferiores de Colo Colo. Ojalá se le de para que forme a los futuros campeones.

Miguel, mucho éxito en lo que te depare la vida y gracias por la gloria entregada a nuestra querida institución pese a todos los obstáculos.

Imágenes gentileza Camarín Albo