Justo el día en que Colo Colo iba a presentar a Ivo Basay, el delantero argentino Mauro Olivi vivió una verdadera pesadilla con la que fue su polola, la “botinera” Valentina Roth.

Aquella madrugada, Roth se metió en la casa del delantero, discutieron y la “bailarina” terminó acusando al jugador de violencia intrafamiliar, el ariete fue arrestado, pasó la noche preso y por la tarde, luego del control de detención, dejado en libertad.

Olivi no se había referido al tema hasta ahora y decidió hacerlo con un medio de su natal Bahía Blanca, con ellos tuvo la confianza para desahogarse de todo lo que le tocó vivir.

“Lo que me pasó fue muy feo, horrible. No se lo deseo a nadie. Acá en Chile no quise hablar con nadie, pero espero que esta nota sirva como para que mis amigos de allá se queden más tranquilos y puedan saber verdaderamente lo que pasó. Recibí muchísimos mensajes y llamados de apoyo incondicional y como no puedo contestarles y agradecerles a todos uno por uno, aprovecho esta oportunidad que me dan para expresarme”, arrancó.

“Quiero aclarar bien el tema porque, si bien mi gente me conoce y sabe cómo soy, mancharon mi apellido en forma gratuita. Jamás viví una cosa así”, para luego iniciar el relato de aquella madrugada.

“El martes a la noche me fui a jugar al golf y a la vuelta me quedé charlando con un grupo de amigos que tienen autos como el mío. Llegué al departamento a eso de las 12 de la noche y me acosté porque al día siguiente presentaban al nuevo entrenador (Ivo Basay). Pero a las 3 de la madrugada, ella se metió en mi casa. En algún momento me debe haber copiado una llave porque yo no se la había dado. Fue entonces cuando le pedí que se vaya, le dije que tenía que descansar, pero no me hizo caso. La llevé al comedor y le volví a pedir que se fuera. Pero llamó a unas amigas y me empezaron a patear la puerta. Y me amenazaron con que me iban a cagar la carrera, que me iban a hacer mierda. ‘No sabés con quién te metiste’, me decían”, narró.?

Hace una pausa y continúa el relato, “llamé a la policía. Mientras tanto cerré la puerta con llave y la dejé adentro porque tenía el temor que se pegara sola contra la pared o se cayera de una escalera y me acusara a mí. Por su parte, las amigas seguían pateándome la puerta. Recién abrí cuando vinieron los carabineros”, dijo.

¿Pero por qué lo detuvieron a él cuando llegaron los carabineros?, “porque armó un escándalo y empezó a decir que yo le había pegado. Juro que no le pegué. Sólo quise sacarla de mi casa. Forcejeé. Nunca le levanté una mano. Apareció con una marca en la cara y se sacó fotos, pero nunca la toqué. De hecho, luego salió a hablar en algunos programas de televisión y ya no tenía marcas. Eso sí, yo quedé pegado”.

Luego relata lo más doloroso que le ha tocado vivir, “me llevaron detenido. Fue todo un tema. Tenían que constatar si había lesiones. Pero yo estuve toda la noche en la comisaría y de allí me trasladaron a Gendarmería, donde permanecí hasta las 5 de la tarde del otro día. En esos dos lugares me trataron súper bien. Estuve en una oficina. Pero lo peor fue que estuve toda la noche, la mañana y buena parte de la tarde guardado”.

“Después me sacaron escondido porque estaba lleno de periodistas, aunque las amigas de ella vendieron fotos y videos que sacaron con el celular”, cuenta, antes de narrar lo más fuerte, el momento de la formalización, cuando debe entrar esposado al tribunal.

“En un momento me tuvieron que esposar. Fue el papelón más grande de mi vida. Sentí sensaciones horribles, indescriptibles… Me pongo a pensar y aún no puedo creer que estuve esposado y rodeados de delincuentes. Eso no me lo saca nadie. Me quería morir cuando miraba para los costados. No lograba entender que me estuviera pasando a mí”, dice.

¿Y ahora qué?

Tras la formalización, Olivi deberá cumplir ciertas condiciones que dictó la justicia, “según lo que habló la jueza con mis abogados, la denuncia quedó en suspenso por un año. En ese lapso tengo que ir a firmar trimestralmente. Y debo cumplir con una orden de alejamiento; no puedo estar a menos de 100 metros de ella”, dice.

Algo que a todas luces, incluso lo beneficia, “es lo mejor que me pudo pasar. Pero, por ejemplo, si estoy comiendo en un restaurante y viene ella, me tengo que ir. Lo bueno de todo esto es que si cumplo con lo que me solicitaron, se archiva la causa y no me queda ninguna mancha”.

El colega trasandino le pregunta si ha vuelto a ver a Roth, “después de todo este problema, ella me sigue escribiendo. Como tiene una amiga que vive en el mismo edificio que el mío, aprovechó la ocasión para dejarme besos marcados en los vidrios del auto. Me dejó mensajes, me golpeó la puerta. Y hay videos que lo certifican”, narra.?

Hechos graves, pero que, “los abogados dejaron constancia en la fiscalía de todo esto. Para que no me siga molestando, primero me fui a un hotel y ahora me cambié de departamento. Lo único que espero que esto pase lo más rápido posible”.

Pese a la fama de su ex polola, el Pampa nunca imaginó algo así cuando la conoció, “salimos un tiempo, pero nos habíamos distanciado. Lo que más me sorprendió fue que me copiara una llave o que tomara una porque yo siempre tengo tres o cuatro a mano. Ella me llamaba siempre y esa vez me llamó todo el día, pero no la atendí porque no quería saber más nada. Y se apareció en mi casa”.

“Yo sabía que ya había tenido otros problemas, pero nunca me imaginé que pudiera llegar a ese punto. En cambio, yo jamás tuve un problema de esas características. Además, ella está con tratamiento psiquiátrico. Se mete en lío tras lío y cobra para ir a un programa de TV y contar lo que ella tenga ganas de contar”, cerró.

El apoyo de Colo Colo

En cuanto se supo esta situación, Jaime Pizarro acudió a estar con Olivi y luego el recién asumido Basay, lo confirma como titular, “la gente de Colo Colo me acompañó en todo momento, desde la dirigencia hasta el utilero, pasando por el cuerpo técnico. Eso me dejó muy tranquilo”.

El plantel también “banca” a muerte al Pampa, “al otro día del hecho le conté a mis compañeros y al cuerpo técnico mi versión como para no tener que estar hablando a cada rato del mismo tema” y para él, “haber concentrado y jugado me hizo muy bien. Mis compañeros me dieron un gran apoyo como así el hincha de Colo Colo. Comprobé que el club es muy grande”, finalizó.