En el día internacional de la mujer, nos pusimos en contacto con Paloma Norambuena, representante del Club Social y Deportivo Colo Colo, en el directorio de Blanco y Negro. Quien nos contó su experiencia en el club.
¿Cómo ha sido tú inserción en un medio tan machista como el fútbol?
Difícil. A nivel de Directorio de ByN o sus trabajadores, no he sentido discriminación, por el contrario, he sentido mucho respeto por el trabajo que hago. Diría que en general, en Colo Colo, nadie me ha discriminado deliberadamente. Pero sí te topas con el muro cultural, con años de machismo. Hay colocolinos, dentro de la institución que todavía me preguntan si me gusta el fútbol; hay ocasiones en que me explican (sin que yo lo pida) que es una posición de adelanto; caes en cuenta que prácticamente no tienes compañeras de trabajo, solo hay hombres vinculados al fútbol; cuando era candidata a ser Presidenta de ByN, la prensa se cuestionaba si puede una mujer ser presidenta de Colo Colo; en las reuniones de trabajo se dicen “insultos” como “ser poco hombre”; hay gente dentro de Colo Colo que dice que las mujeres sólo estamos para servirle piscolas a los hombres cuando ellos miran fútbol; hay hombres que inicialmente se muestran muy cordiales y dispuestos a colaborar, cuando se ven limitados a una relación meramente profesional, simplemente dejan de tomarte en cuenta y te van excluyendo de las instancias de trabajo. Y al mismo tiempo vas conociendo o viendo actos machistas, como la discusión de si Santiago Morning podía tener un DT mujer, la poca difusión que tuvo la Copa Libertadores Femenina, las agresiones clasistas y machistas que se le hacían a la Princesa Alba (porque es más vulgar se colocolina que colocolino), o el gesto obsceno que un compañero de trabajo hace a Grace Lazcano.
Y todo eso, lo que ves o lo que vives, te hace sentir sola a veces o con miedo. No es tan fácil encontrar alguien quien empatice con tus temores o con los prejuicios que se puedan tener.
¿Qué significado tiene para ti representar a un Club tan popular como Colo Colo?
Creo fielmente que Colo Colo puede ser un ente transformador. Es muy popular, muy visible, muy querido. Lo que se haga en Colo-Colo es de fácil difusión y recepción. Por eso creo que, quienes representamos a Colo-Colo, tenemos una enorme responsabilidad porque de alguna forma, damos un ejemplo. En este contexto, quienes representamos a Colo-Colo tenemos que trabajar por la inclusión de la mujer en el mundo del fútbol, por el respeto a todas las mujeres que tenemos igual o más capacidades para dirigir, administrar, alentar, jugar. Quienes representamos a Colo-Colo tenemos que hacer primar el bien común, el colectivo, por sobre los beneficios personales. Si Chile quiere superar el machismo, ese cambio debe venir desde Colo-Colo, una de las instituciones más importantes del país.
En el mundo del fútbol muchas veces se ha dicho que las mujeres no pueden entrar a los camarines ni subir a los buses ¿Te ha tocado una experiencia así?
En general, intento ser bien respetuosa de los espacios de trabajo y por eso mismo no he tenido problemas con el primer equipo en Colo Colo. Cuando termina un partido, perdamos o ganemos, voy a la zona de camarines para saludar, es un gesto de apoyo y creo que ha sido bien recogido. Sí se me han presentado problemas fuera del Monumental, donde no me conocen a simple vista. El año pasado cuando Colo-Colo visitó a Audax, al terminar el partido bajé a la zona de camarines junto a Pablo Acchiardi; a Pablo lo dejaron entrar sin problemas, pero a mí no porque “estaba prohibido el ingreso de mujeres”, pese a que expliqué que era Directora. Después de un rato se resolvió el problema, aunque me quedó grabada en la cabeza la prohibición de entrada. Con el primer equipo de Colo-Colo he tenido bonitas experiencias. Y debo agradecer especialmente un gesto de Pablo Guede, que a propósito de un conflicto que se generó en el Directorio de ByN, me dijo que yo tenía ovarios, no huevos, me lo recalcó de esa forma. Es bien simbólico ese gesto y fue súper importante para mí: que se naturalizara que una mujer puede hablar, discutir y dirigir el fútbol. La valentía o la firmeza también son características de las mujeres.
¿Cuál es el rol de la mujer en un Club como Colo Colo?
El primer rol, el más básico, es tener participación y visibilidad. Y en eso, tanto ByN y CSD están en deuda. En ambas instancias la participación femenina, por ejemplo a nivel de Directorios, es mínima. Yo creo que Colo Colo está en deuda con el primer paso, el más básico, y es que prácticamente no hay presencia de mujeres a nivel institucional. Colo Colo es el Club más popular de Chile, lo siguen mujeres y hombres de todo el país y eso no tiene reflejo en las instancias más visibles.
¿Qué significa para ti Rosario Moraga?
A Rosario Moraga se le suele relegar a un rol doméstico muy mal entendido, como por ejemplo, que era ella quien cosía las insignias. Me imagino que ella también habrá tenido un rol formador y educativo en los hermanos Arellano, y que si ellos tuvieron una visión crítica del fútbol y visualizaron la necesidad de profesionalizarlo, es porque habrán recibido esa percepción en su educación. Yo creo que la mamá sí tuvo influencia en los valores y en la educación de quien fundó Colo Colo.
¿Qué conclusiones sacas de tu paso como directora?
He conocido colocolinas brillantes, sumamente capaces, creativas y con los principios de Arellano a flor de piel. Me gustaría que todas tuvieran el lugar que corresponde. Me gustaría que el lenguaje sexista se extirpara de los cánticos de la barra y de los comentarios del público. Me gustaría ver una Presidenta del CSD, y mientras exista, una Presidenta de ByN. Me gustaría que las listas que se presenten a fin de año en las elecciones de CSD tuvieran criterios de paridad, que se presentasen tanto hombres como mujeres. Las invitaría a disputar el lugar que les corresponde como colocolinas. Probablemente no nos va a ser fácil, pero hay que hacerlo. Colo Colo sin mujeres, no representa lo que finalmente es Colo Colo: Colo Colo es Chile.