Cuando Brayan Cortés estaba en Ecuador, a pocas horas de enfrentar el debut en Copa Sudamericana, su padre Paul de 50 años salía del trabajo y se iba a su casa en Iquique a preparar todo para recibir a sus otros dos hijos y ver todos juntos el partido de Colo Colo.

Según contó el padre del arquero del Cacique a LUN, tras el encuentro internacional intercambió mensajes de whatsapp con Brayan: "Le dije que estábamos orgullosos. Cuando empezó en el profesionalismo me ponía un poco nervioso, pero ahora me tranquiliza. Me gusta ver sus partidos. Bueno, cuando el trabajo me lo permite. Si no, lo escucho por radio nomás". 

Paul Cortés es operador de maquinaria pesada en la mina de Collahuasi, en Iquique. Su régimen de trabajo consta de 7 días operando, y 7 días de descanso. "Si me toca estar en la pega, apoyo al Brayan a la distancia, con camiseta puesta", contó a Las Últimas Noticias. 

El primer partido de Cortés al arco fue cuando tenía cinco años. Entró en una pichanga de su hermano mayor y, como les faltaba un jugador, a él lo mandaron bajo los tres tubos:

"Era divertido porque con mi señora tuvimos que arremangarle la camiseta y las calcetas, todo le quedaba grande. Yo me ponía detrás del arco y le gritaba 'ahora negrito, sal a achicar'. Después de un tiempo Brayan me dijo que lo dejara tranquilo, que quería jugar solo, sin que lo dirigieramos, jajaja". 

A pesar de que la familia completa lo extraña, en Iquique están contentos con el presente del portero de Colo Colo: "Yo le decía que tuviera confianza y paciencia. Es fome que la oportunidad se haya dado por la lesión de Orión, pero lo importante es que Brayan lo está haciendo bien. Lo veo contento", cerró Paul Cortés en diálogo con LUN.