Colo Colo regresó a los entrenamientos tras un fin de semana caldeado. Tras las derrotas ante Delfín y San Luis, la relación de Julio Barroso con Pablo Guede se terminó de fracturar y, luego de las críticas públicas del defensor mientras el equipo jugaba ante los Canarios, se esperaba un cara a cara en el regreso a las prácticas.

Y eso sucedió este mediodía. El primero en tomar la batuta fue Agustín Orión, quien le habló golpeado al Almirante. Ahí irrumpió Jorge Valdivia, algo más alterado que el argentino, lo que provocó que se calentaran los ánimos. El Mago hizo referencia a que no podía escribir eso mientras el resto “se partía el lomo” (en otros términos, por supuesto) y el zaguero sacó a relucir sus años en club y los logros conseguidos por su persona desde que llegó, por lo que consideró que tenía “más espalda” que sus interlocutores.

Galería | Entrenamiento, con Barroso, pensando en el clásico

Eso último no le gustó para nada a Orión, quien subió el tono nuevamente hasta que irrumpieron Jaime Valdés y Esteban Paredes. El Pájaro hizo referencia al desastre que habían sido en cancha y el capitán llamó a la calma a ambas partes. Visogol les habló golpeado a todos, esperando que dejaran atrás las diferencias para remar hacia el mismo lado. Tras esto, Barroso reconoció que no estuvo acertado con el tuit que envió durante el partido y el asunto se calmó un tanto.

Pasado este sacudón, llegó la hora de verse las caras con Pablo Guede. Ahí, Paredes nuevamente le pidió que hiciera todo normal y que remaran para el mismo lado, evitando incendiar aún más el asunto. El DT sólo se limitó a armar grupos de trabajo con Barroso incluido.

Con todos los jugadores, juveniles incluido, arrancó el entrenamiento en la cancha David Arellano de manera privada pese a que los martes se deja ingresar a la gente. El foco, por ahora, vuelve al superclásico.