Colo Colo y River Plate sacaron chispas en el Estadio Monumental. Un empate a un tanto que tuvo de todo y que fue digno de Copa Libertadores. El punto negro de la jornada fue el triste cometido del árbitro Raphael Claus, quien se equivocó en reiteradas ocasiones y, más encima, expulsó a Maximiliano Falcón tras el encontrón con Paulo Díaz.
Es que el defensor chileno entró a la cancha pasado de revoluciones. Como si fuera una final del mundo, el seleccionado nacional se hizo el guapo con los jugadores albos y no le resultó, ya que también fue expulsado tras empujar al Peluca. En el camino a camarines, con el charrúa se dijeron de todo, mientras recibía la pifia del Monumental completo.
La hincha del Popular no perdona que se haya querido pasar de listo y tampoco su bajo rendimiento con la selección chilena. Es que en River Plate es genio y figura, mientras que en la Roja todavía no tiene un partido consagratorio y, de hecho, en la última presentación frente a Bolivia, dejó bastante que desear. Por lo mismo, una vez que salió del estadio, volvió a recibir los insultos de algunos hinchas presentes en la zona de camarines.
Una vez que la delegación argentina abandonaba el estadio Díaz, caminó lento para subirse al bus. Todo pasaba mientras la gente en el lugar gritaba y hasta algunos insultos se escaparon. “C*liao, así deberías jugar por Chile”, le recriminaron. Sin embargo, el jugador siguió su camino y no hizo caso al cariñito recibido por el público local.
Paulo Díaz y un frustrado paso por Colo Colo
Y quizás la bronca que le tiene el jugador al Cacique se remonta al año 2015 cuando se convirtió en refuerzo del Popular y no jugó. En aquella época, José Luis Sierra estaba en la banca y, debido a distintas lesiones y al buen rendimiento de Julio Barroso y Claudio Baeza, lo mantuvo al margen durante toda su estadía.
Precedido por una gran campaña en el Palestino de Pablo Guede, Díaz, cuando fue presentado, declaró que suponía que “(José Luis) Sierra me querrá para conformar la pareja de centrales con (Julio) Barroso. Nada de eso pasó. Es que, poco después, sufrió un esguince en su rodilla y su debut en Colo Colo demoró casi cuatro meses.
Otra lesión lo sacó de la consideración del Coto y, durante su paso por el Popular, en el Campeonato Nacional, sólo vio tres minutos en cancha cuando reemplazó a Emiliano Vecchio en un Superclásico. De ahí, nunca más. Sólo tuvo acción en Copa Chile, competencia en la que disputó cuatro compromisos.