Una noche particular vive Colo Colo este martes en Copa Libertadores. Recibe a Racing no solo con la obligación de ganar en casa, sino que también en un contexto particular, sin público, y todavía con la mente puesta luego de la trágica jornada que se vivió hace 12 días, en el duelo ante Fortaleza.
Y en la previa del compromiso se vivió un emotivo momento. Pese a la ausencia de público, se pudo sentir en el ambiente la emoción producto del minuto de silencio solicitado por Colo Colo tras la muerte de los dos jóvenes hinchas albos ante Fortaleza y también por el posterior fallecimiento de María Colo Colo.
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Pero como si faltara poco, hubo un motivo extra para la ceremonia previo al partido. La Conmebol organizó, para cada partido de la fecha a nivel continental, tanto para Libertadores como Sudamericana, un minuto de silencio por la muerte de Francisco I, el papa de la iglesia católica que falleció este lunes.
Los jugadores se reunieron en el medio de la cancha y a más de alguno se le vio visiblemente emocionado por lo ocurrido. Vale recordar que varios miembros del plantel fueron a los velorios y funerales de los dos fallecidos, así como también varios miembros de la directiva alba acompañaron a María Colo Colo en su último adios.
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Además, la cinta de capitán que portará Esteban Pavez tiene escrito los nombres de los tres hinchas albos que fallecieron. También el Cacique saldrá de negro a la cancha, aunque oficialmente no se informó que ese detalle tenga relación con el luto que vive el club.
El contexto especial del duelo entre Colo Colo y Racing
Sin duda un contexto especial para un duelo que marca el retorno del Cacique a la cancha luego de 12 días. El cuadro albo, consciente de que pueden perder los puntos ante Fortaleza, saben que es urgente sumar de a tres y así volver a meterse en la pelea por la clasificación.
Racing tampoco tiene un panorama tan positivo luego de su triunfo ante Fortaleza como visitante y posterior derrota ante Atlético Bucaramanga en Buenos Aires. Por lo mismo, igual llegan a Santiago con la misión de ganar y así darle un golpe de gracia a un rival directo por los octavos de final.
