Miguel Pinto: Seguro en los primeros minutos para despejar la pelota con los pies en los pases atrás y en contener uno que otro centro peligroso de los caleranos. Una buena señal dentro de todo haber cerrado por fin un partido sin goles en contra en el arco albo. Vale la pena dudar sobre una hipotética titularidad ante Peñarol este martes.

Felipe Campos: Volvió a su puesto natural y no desentonó. Seguro en la marca y cuando pudo, subió para aportar en ataque. De lo más rescatable en el equipo.

Julio Barroso: Seguro en el fondo y siempre aplicado en la marca. Otro de los puntos rescatables en la defensa alba.

Juan Manuel Insaurralde: Coqueteó con la expulsión tras una fuerte entrada a Valencia estando con tarjeta amarilla en el segundo tiempo. Algo desordenado en ese sentido, pero elevando su nivel con respecto a los últimos partidos.

Ronald De la Fuente: Yonathan Andía y Esteban Valencia fueron constantes agentes de peligro por su banda, sumándose en la segunda mitad el ingreso de Thomas Rodríguez, quien terminó por hacer ver sobrepasado al lateral. Terminó siendo reemplazado por Opazo cuando ya las urgencias ameritaban en esa zona.

Bryan Soto: Tuvo la gloria en sus pies cerca del final con un disparo violento que sacó de forma increíble Arias. Al final redondeó un partido correcto, metiéndose en la discusión por tomar una camiseta de titular en el futro por esa zona por sobre otros elementos.

César Fuentes: Armó una buena dupla con Soto en la contención, aunque claro, viéndose algo sobrepasados en algunos pasajes del partido, sobre todo porque indudablemente La Calera ganó en juego en el mediocampo con Castellani y Seymour.

Gabriel Suazo: Elevó un poco su rendimiento al jugar en su posición natural. Intentó con algunos balonazos y hasta con algunos remates desviados. Tendrá varias limitaciones, pero siempre se agradece su entrega en este tipo de partidos.

Marcos Bolados: Mostró sacrificio para bajar a buscar la pelota y tratar de generar algo de fútbol en ofensiva. Sin dudas lo mejor que tiene Colo Colo en estos momentos tan turbulentos y en donde solo queda esperar que las individualidades ganen los partidos. La figura alba ante los cementeros.

Nicolás Blandi: Lejos del arco en la primera mitad y lanzado al sacrificio para aguantar algún pelotazo desde el fondo. Sin generación de juego simplemente no existe, ya que su capacidad de ayudar en esa faceta del juego es casi nula. Otro partido donde le pasan la camiseta de titular y la termina entregando para ser sustituido.

Leonardo Valencia: Primeros 45 minutos donde deambuló en la intrascendencia, siempre intentado una de más y sin generar peligro. La segunda mitad no cambió esta situación y terminó saliendo por Mouche.

Javier Parraguez: Ingresó con ganas, controlando la pelota y hasta animándose con algunos pases profundos. Lamentablemente se fue quedando y no pudo marcar la diferencia en pelotas áreas o yendo al choque con los defensas rivales.

Pablo Mouche: Le dio otra cosa al equipo con su ingreso. Velocidad, gambetas y algo de atrevimiento que ayudaron al Cacique a instalarse por algunos minutos en campo rival. Otro de los rescatables.

Brayan Vejar: Ingresó en los minutos finales en reemplazo de un agotado Marcos Bolados, donde tuvo espacio para mostrarse.

Gualberto Jara: Siguió con los cambios con respecto al duelo con O’Higgins, devolviendo a Campos, Suazo y Valencia a sus posiciones más naturales. La apuesta le salió bien hasta cierto punto, ya que el 10 albo terminó por cerrar otro discreto partido. Después de apenas sumar dos puntos de 12 posibles en este regreso, no queda otra más que pensar que este proceso ya alcanzó su techo, que el rendimiento del equipo ante Athletico Paranaense fue solo un oasis y que su permanencia hasta fines del 2020 fue solo una ilusión inocente por parte de la dirigencia hace algunos meses. Urgen cambios, ya que este equipo necesita de otra cosa desde la banca, algo que lamentablemente Jara con su cuerpo técnico no les han podido dar en estas semanas de trabajo.