Ramiro González ha sido uno de los refuerzos de Colo Colo que más han sumado minutos. Su desempeño, para muchos, ha sido irregular, pero poco a poco es una pieza clave para el juego que muestra Gustavo Quinteros.
El defensor arribó al Cacique a comienzos de este 2023 y en conversación con El Mercurio reveló que tuvo unas conversaciones con los archirrivales para poder volver al fútbol chileno.
“Había tenido acercamientos con la U y con la UC, pero nunca se concretó mas allá de que mi representante tuvo conversaciones con Buljubasich… Al final se terminó dando lo de Colo Colo, que era lo que realmente quería. La primera vez no se dio por la revisión médica. Salió en algunos medios que no la pasé, que estaba roto y que no me podía mover, cuando en realidad nunca tuve problemas”, expresó.
El defensor también saca pecho de su rendimiento en el Eterno Campeón. “Salvo tres o cuatro partidos, jugué todo. Estoy contento, el equipo ha ido en crecimiento y evolucionando. Quedan cosas por corregir, pero estamos bien. No tuve un buen arranque, al equipo no le fue bien y nos tocó perder la Supercopa con Magallanes. Las primeras fechas no fueron buenas, pero fue más bien algo general. Me tocó ser criticado, nunca bajé los brazos y siempre trabajé”, explicó.
Ramiro González y los consejos a los juveniles
El defensor ahondó más en su relación con los juveniles del Cacique. “Sí, son buenos chicos. La mayoría trata de escuchar, de aprender. Pero el tema de las redes sociales es increíble la repercusión que tiene, todo se sabe, aunque muchas cosas tampoco no son ciertas. No debe ser fácil, pero uno les dice que deben enfocarse acá; obviamente si llegan a tener propuestas es porque hicieron las cosas bien acá. No tienen que desviarse de Colo Colo. Seguramente habrá ofertas y podrán emigrar”, explicó.
Además ahondó en un gran consejo para los más jóvenes. “Todos en su momento fuimos chicos y una crítica dañaba, hoy con más años uno toma las cosas desde otro lugar. No hay que dejar que los elogios se te suban a la cabeza ni que las críticas te lleguen al corazón, porque si las críticas llegan, dañan y si las cosas salen bien, uno cree que es el mejor del mundo. Hay que tener un equilibrio”, sentenció.