En Chile y el mundo se está festejando este miércoles 14 de febrero el Día de los Enamorados, también conocido como el Día de San Valentín. Tan importante como el amor hacia sus respectivas parejas, es el amor por el equipo de fútbol que acompaña a hombres y mujeres desde toda su vida. Pero hay casos de jugadores que al llegar a otro país, como extranjeros que vinieron a Chile, quedaron enamorados de Colo Colo.
Extranjeros en la historia del Popular han habido muchos, algunos sin pena ni gloria, pero pocos se han identificado a muerte por los colores blanco y negro del elenco popular.
Uno de los primeros es Francisco Platko, húngaro que dirigió al Cacique en distintos periodos entre los años 30 y 50. Ganó los títulos de 1939, 1941 (de manera invicta) y 1953, y el revolucionario entrenador finalmente se quedó en Chile donde falleció en 1983. Fue enterrado en el Cementerio General, pero desde 2015 sus restos están en el mausoleo Viejos Cracks de Colo Colo donde descansan, entre otros, el fundador David Arellano.
En el mismo mausoleo están los restos de Elson Beyruth, brasileño que llegó a Chile para jugar en Colo Colo entre 1965 y 1973, siendo en este último año subcampeón de América. El ídolo albo se quedó en nuestro país donde se desempeñó como formador en cadetes del Cacique y otros clubes, y falleció en 2012 en Santiago a causa de una diabetes.
Los extranjeros identificados con Colo Colo
Junto con los dos mencionados históricos que descansan en paz en el mausoleo Viejos Cracks de Colo Colo, hay otros extranjeros que también hicieron historia y dejaron huella recientemente en el Monumental.
Uno de ellos es el brasileño Severino Vasconcelos, que llegó al país para jugar en el Cacique entre 1979 y 1985, periodo en donde anotó 131 goles y se convirtió en el cuarto máximo goleador de la historia del club.
Posteriormente, dos argentinos llegaron a Colo Colo para ganar el título más importante: la Copa Libertadores. El arquero Daniel Morón llegó a Chile en 1988, y se quedó en nuestro país y club, donde actualmente es el gerente deportivo de Blanco y Negro. El otro es Marcelo Barticciotto, que jugó en dos periodos en el Cacique, supo ser campeón como jugador y como entrenador. Es considerado uno de los ídolos más importante de la historia alba.
En los 90 arribó al Cacique otro histórico como Marcelo Espina, que se transformó en capitán y referente, además de jugar y ser campeón en un doloroso momento como lo fue la quiebra junto a Barticciotto y una serie de canteranos del club.
Por último, Julio Barroso llegó a Colo Colo tras jugar en Ñublense y O’Higgins, y en los siete años que estuvo en el Monumental, fue el patrón de la zaga alba, y jamás perdió un Superclásico. Se retiró del fútbol en Everton tras no ser renovado por Blanco y Negro en 2021.