Arturo Vidal y Fernando de Paul se enfrascaron en una discusión durante en un partido de Colo Colo. Primero, ambos se reclamaron por algunas decisiones dentro de la cancha, la cual posteriormente, siguió en la zona de camarines cuando terminó el encuentro en el Estadio Tierra de Campeones.
El volante expresó luego del partido que “en Europa me peleé cien veces dentro de la cancha con mis compañeros, en los camarines. No pasa nada. Es normal, mira, ahora salimos todos como amigos y tenemos un equipazo. Así que no pasa nada. Alegamos, nos pedimos disculpas y eso. No pasa nada”, comenzó detallando.
“Los dos hablamos un poco. Pero eso queda ahí, no pasa nada. La verdad que estamos bien. Son discusiones que pasan. Ustedes tienen amigos futbolistas que están retirados, están con ustedes. Pregúnteles qué pasa en la cancha y qué pasa con los camarines. La pelea con De Paul fue dos palabras ahí, una palabra acá. Son cosas que pasan siempre en los camarines, en los partidos, pero después se arreglan, las cosas se arreglan y eso significa que acá hay una familia”, agregó.
La nueva explicación de Arturo Vidal
No obstante, durante este últimas horas, se compartió en su canal de YouTube el nuevo capítulo de su podcast, donde contó con la participación de Jean Beausejour. “Cuando alguien lo dice entiende el momento, sabe cuándo se está equivocando, tener paciencia y aguantar. Lo que pasó con el Tuto (De Paul) fue algo del partido, por eso se arreglan tan rápido. Nos damos la mano, fue calentura y listo”.
Por otro lado, el futbolista colocolina profundizó en su explicación señalando que “ahí se ven los compañeros y grupos. Si no aguantas, tienes que jugar tenis. Otro deporte. Esto es colectivo. Nosotros en la selección nos decíamos las cosas y después vamos para adelante. Recalcábamos que era todo para ayudarte, no para cagarte”, profundizó.
Posteriormente, vino un punto en el que Beausejour coincidió con la reflexión del King. “Sí había gestos que no se podían hacer. Gestos no, mejor una puteada”. Sin embargo, contempló que “nosotros en la Generación Dorada éramos una familia, pero alegábamos y nos decíamos cosas. Llegábamos al camarín, arreglábamos la situación y salíamos a ganar de nuevo”.
Finalmente, cerró sus palabras del momento señalando que “levantar las manos es lo que más molesta. A veces el que lo hace no se da cuenta. Esa levantada de manos es más fuerte que cualquier garabato que le digas a tu compañero. Así de fuerte”, declaró.
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