Para bien o para mal, Adrián Fernández es uno de los refuerzos más recordados que han pasado por Colo Colo. El hincha lo recuerda por llegar como un completo desconocido y su apodo Carucha, pero no precisamente por tener un rendimiento brillante.

Llegó de la mano de Ricardo Dabrowski, quién reconoció que lo pidió por la necesidad de completar un plantel plagado de juveniles y por la falta de recursos para contratar refuerzos más calados.

 Duró apenas un semestre y posteriormente inició un periplo que le hizo jugar en varios países como Bolivia, Bulgaria, Israel, Emiratos Árabes, Suiza o Chipre, por lo que tuvo la posibilidad de aprender varios idiomas.

“Yo hablo alemán, inglés, búlgaro, italiano, un poquito castellano y hablo hebreo y ahora estoy estudiando el árabe”, aseguró Carucha Fernández en conversación con Radio ADN.

El ex Colo Colo se define como "un nómade del fútbol, trabajador y nómade. Pasaron cosas que jamás me iba a imaginar, como tener a un nene que haya nacido en Suiza y otro en Bulgaria, mirar para atrás y ver de dónde salí yo, mirar mi realidad y ver donde estoy viviendo, cosas que quizás uno no se imagina y agradece día a día por todas esas posibilidades que tuvo de experiencia”, relató.

El ex delantero contó que ha sido de su vida tras el retiro del fútbol, detallando algunos emprendimientos que tiene en su natal Argentina. “No solamente me dedico al fútbol, tengo una empresa que hacemos un software y aplicaciones y en Argentina tengo la constructora que es familiar con mi hermano, no solamente me quede con el tema del fútbol, trato de ampliarme un poquito más, capacitarme y tratar de mejorar esa generación que mi papá tuvo”.