Miguel Ramírez recordó y aterrizó lo que fueron sus últimos días como capitán de Colo Colo, donde convivió con la sorpresiva salida de Ricardo Dabrowski como entrenador en los primeros días del 2005 y la llegada de Blanco y Negro para administrar los destinos del Cacique.

En conversación con RedGol el actual entrenador de Santiago Wanderers afirmó que “fue difícil, al capitán y a ningún jugador le tienen que avisar cuáles son las decisiones que van a tomar los dirigentes. Te pueden comentar. Fue rápido, y especial, ya había comenzado la pretemporada, llevábamos dos días trabajando, llaman a Ricardo, Patricio Jamarne (sindico), lo desvincularon del club”.

En esa línea agregó que “es lamentable que los jugadores tengan que estar interviniendo, sobre todo el capitán es el que más sufre. Cuando uno es el filo de hacha es el que más dañado sale. Era el capitán, tenía que estar al frente de las conversaciones, de declaraciones, conferencias de prensa, va significando un desgaste enorme. Ese fue un motivo por los cuales después en ByN, hubo una situación compleja con la salida de Mirko y nuevamente de Ricardo”.

 

Paredes ha sido el rostro de los jugadores en las negociaciones con Blanco y Negro.

Paredes ha sido el rostro de los jugadores en las negociaciones con Blanco y Negro.

En ese punto es donde Ramírez compara lo que vivió con lo que podría estar viviendo Esteban Paredes, sobre todo al ser el rostro de las negociaciones por el tema de sueldos entre los jugadores de Colo Colo y la dirigencia de Blanco y Negro.

“Esas situaciones llevan a un desgaste tremendo, ahí tomo la decisión de retirarme del fútbol, más por un cansancio mental que físico. Tener que estar lidiando con las dificultades que hay en el equipo, de los dirigentes con los jugadores, de los dirigentes con los entrenadores, vivir con el asedio del medio, es muy desgastante y eso es lo que está viviendo Esteban Paredes en este momento”, concluyó Miguel.