El 8 de diciembre de 1987, un trágico suceso marcaría un antes y un después en historia de Alianza Lima: cuando el plantel volvía a la capital de Perú tras vencer a Deportivo Pucallpa, el avión Fokker que los transportaba capotó en el mar, dejando un saldo de 43 personas fallecidas, donde 16 de ellas eran futbolistas.
Fiel a los valores de Arellano, Colo Colo fue en ayuda del cuadro aliancista de manera desinteresada y les cedió a cuatro de sus jóvenes promesas. De esta manera, se daría inicio a esta hermosa hermandad entre ambas instituciones.
En la previa del duelo que sostendrán ambos elencos en la Copa Libertadores, DaleAlbo entrevistó a dos de aquellos héroes que fueron a salvar al combinado blanquiazul: Parcko Quiroz y Francisco Huerta, quienes entre otras cosas, remarcaron la importancia que tuvieron para apaciguar las aguas entre ambos países tras la Guerra del Pacífico.
No sólo salvaron a Alianza: La importancia de los jugadores de Colo Colo en la guerra entre Chile y Perú
En primera instancia, Quiroz indicó que “se ha hablado mucho sobre ese tema, de que nosotros somos como embajadores a nivel de fútbol y no pasa eso en lo político. A uno eso a veces lo molesta. Veía las fotos de Colo Colo y Alianza en Copa Libertadores, un campeonato muy importante, y los dos equipos abrazados, las barras súper bien, con mucho respeto, cada uno alentando a su equipo pero con un respeto maravilloso. Es muy lindo lo que tiene Colo Colo y Alianza”.
Por su parte, Huerta sostuvo que “lo que no hicieron los diplomáticos, los encargados de generar estos vínculos políticos, lo hicieron cuatro muchachos futbolistas. Hoy ver la amistad entre dos equipos que en el pasado eran representados por sus selecciones y habían muchos conflictos, hoy hay una alianza inmensa y lo hicimos nosotros”.
“Somos parte de una historia que ha aminorado los conflictos o el pensamiento entre ambos países. Conseguimos que ellos se abracen, se conozcan, se quieran y eso es lo importante”, añadió el otrora centrocampista.
¿Qué sienten al volver a Perú?
Para finalizar, los formados en el Semillero Albo relataron lo que sienten al regresar a territorio incaico. En ese sentido, Quiroz aseguró que “yo vuelvo a mi tierra, a mis amigos, mi gente, tengo familia, amistades que me reciben con los brazos abiertos. Nacimos en Colo Colo y Alianza nos formó como hombres y futbolistas. La mitad de nuestras vidas está allá, poder compartir con los hermanos peruanos, es como mi familia. Siento que vuelvo a mi casa, me siento cómodo“.
En tanto, Huerta manifestó que “Lima es algo muy hermoso, mi hija nació ahí, mis amigos están en Perú. Es nuestro segundo hogar Perú, estuve 18 años viviendo en Lima. Es algo que nunca lo vas a olvidar, es maravilloso. Lima es mi segunda casa”.
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