Colo Colo vivirá una jornada extremadamente agitada. Además de saltar a la cancha para enfrentar a Magallanes por Copa Chile, vivirá un Superclásico en el Tribunal de Disciplina por la irrisoria denuncia que interpuso Universidad de Chile para intentar quitarle puntos al Cacique y ganar el título por secretaría.
Las cartas están prácticamente echadas. Jorge Almirón prepara su exposición, mientras los abogados de Blanco y Negro alistan toda su artillería para bajar las pretensiones universitarias. Así, el Popular busca una gran victoria en la sede de Quilín, la cual, según los argumentos legales y probatorios existentes, debería llegar sin problemas a Macul.
Empecemos a desmenuzar todos los argumentos que tiene el Cacique para derrotar a la U. Primero, el informe arbitral del partido en cuestión señala que Víctor Vidal, coordinador del equipo, estaba en zona de exclusión sin autorización. Eso es lo único que se dio a conocer en el escrito del réferi, no haciendo alusión a ninguna comunicación del suspendido Almirón con la banca.
Pues bien, según la normativa vigente, la sanción será para “el club organizador, que será sancionado con una multa de hasta 100 UF, según la estimación que hiciere el Tribunal Autónomo de Disciplina”. Es decir, la sanción ni siquiera es para Colo Colo, sino que para Huachipato por no cuidar las normas para el desarrollo del partido.
Los argumentos que tiene Colo Colo en contra de la U
Lo que realmente está prohibido es que existan aparatos electrónicos en la banca, cuestión que no fue informada por el árbitro del partido. El único que tiene una radio es Vidal, propio de sus funciones y que en ningún caso se acercó a dar instrucciones a la banca.
¿Qué más dice el Código de Procedimientos de Penalidades? Para seguir en la línea, el cuerpo normativo es claro al señalar que “en caso de sanciones dictadas contra Entrenadores, Médicos, Preparadores Físicos, Kinesiólogos, Paramédicos y Auxiliares, éstas importarán de manera automática la prohibición de ingreso del sancionado a todo el perímetro del campo de juego, incluido especialmente la banca de reservas; además de camarines, túneles de acceso, salas de prensa, lugares de calentamiento previo y otros similares, entendiéndose dentro de este último concepto toda forma o manera de ejercer las funciones de Director Técnico”.
“El cumplimiento de esta prohibición será responsabilidad del club al que pertenezca el sancionado y en caso de inobservancia se aplicará la pena relativa al desacato y/o multa al Club”. Acá está la madre del cordero. Jorge Almirón en ningún momento ingresó a zonas prohibidas y tampoco existe prueba alguna que se haya estado comunicando con sus asistentes. Lo único que se consigna es que el coordinador (que, además, siempre está con una radio para cumplir con sus labores de coordinador) estuvo en una zona que no estaba permitida, por lo que extender esto al técnico se torna muy forzado y de una interpretación antojadiza.
Lo que alegan desde el conjunto laico es que tienen pruebas de que Jorge Almirón sí se puso en contacto con el staff técnico que estaba en cancha. No obstante, probar dicha afirmación es prácticamente imposible, ya que el entrenador estuvo en todo momento junto a los dirigentes e, incluso, fue grabado por el mismo equipo audiovisual durante el partido. Es que los funcionarios albos sabían que iban ser espiados en todo momento para encontrar alguna ventana para denunciar.
Colo Colo no incurre en desacato
Lo que intentan probar desde La Cisterna es que hubo desacato por parte del club. El Código de Penalidades señala que “si el desacato consiste en la participación de un jugador o entrenador en algún juego para el cual estuviese impedido de actuar, el Club al cual pertenezca perderá el o los puntos en disputa que hubiese obtenido”.
Jorge Almirón en ningún momento participó del juego, ni en forma indirecta, por lo que no corresponde una resta de puntos. Distinto hubiese sido que bajara al camarín, que abriera la ventanilla para dar instrucciones o que se haya puesto al borde de la tribuna, él sólo estuvo en su caseta junto a los directivos de Blanco y Negro.
El caso de Unión La Calera en el TAS
Una situación casi idéntica sucedió con Unión La Calera. Con su entrenador suspendido, ocuparon aparatos electrónicos en el banco (algo que ni siquiera hizo Colo Colo), lo que bastó para configurar la causal del desacato. El Tribunal de Disciplina le quitó el punto obtenido por este motivo, pero en el cuadro cementero elevaron todo al TAS, logrando revertir el fallo de primera instancia.
Esto, ocurrió ya que, según el abogado del cuadro calerano, Óscar Fuentes “en el TAS acreditamos que no había derecho a apelación, pues esa sanción conlleva desacato, que implica el doble de suspensión al técnico y la pérdida del partido. Además, se establece que para que haya sanción el técnico tenía que infringir el castigo, o sea, dirigir a pesar de que está suspendido”.
“Eso no se había probado y por eso el TAS nos da la razón, que es lo que va a pasar a Colo Colo, salvo que prueben que su técnico estaba dirigiendo a través de la persona que tenía elementos tecnológicos, lo que es muy difícil de probar. Con Calera no lograron probarlo”, cerró.
ANFP se arriesga a una doble derrota en caso de que le quiten puntos a Colo Colo
Lo anterior, además, sienta un precedente muy importante a favor de los Albos. Con el fallo del TAS en el caso de Unión La Calera, es muy difícil que se vuelva a dictar una sentencia en la misma dirección, ya que existe un veredicto de un tribunal superior que le quita validez al dictamen.
Es un hecho que, si hay resta de puntos, en Blanco y Negro acudirán al TAS. Esto, complicaría en demasía en Quilín puesto que se arriesgan a dilatar más el término del torneo y, además, porque significaría un gasto económico bastante grande. La ANFP no pasa por un buen momento financiero y, por lo mismo, otra instancia judicial sería perjudicial para ellos.
Por ejemplo, en el caso con Unión La Calera, la ANFP tuvo que pagar la suma de tres mil francos suizos (3.281.000 pesos chilenos) “como contribución a sus gastos y honorarios legales”. Esto, se suma a sus propios gastos de defensa y demases que son propios de un proceso judicial.
El caso Cobresal que le quita peso a la U
Otro de los argumentos que utilizarán los abogados de Blanco y Negro fue lo ocurrido con Cobresal, en este mismo torneo. Con Gustavo Huerta suspendido, fue Carlos Escudero el que dirigió su partido contra Cobreloa el 4 de agosto. Lo curioso es que en sus muñecas usó dos dispositivos electrónicos: un reloj digital y un reloj inteligente o smartwatch. Este último dispositivo es casi como un teléfono móvil, ya que se pueden contestar llamadas, recibir Whatsapp, correos, etc.
José Cabero, árbitro del clásico minero de la fecha 18 del Campeonato Nacional, no denunció en su informe la presencia de dispositivos electrónicos en las muñecas del ayudante de Gustavo Huerta, tampoco fue reclamado por sus rivales, ni a ANFP actuó de oficio. Clara muestra de que acá se actuó por sólo ser Colo Colo.