Mauricio Isla vivió una emotiva tarde este domingo luego de la coronación de Colo Colo en el Campeonato Nacional. El Huaso, llegado a mitad de año al Monumental, ganó su primer torneo en Chile luego de su intento fallido en Universidad Católica.
Por lo mismo, Isla vivió con todo el entusiasmo la fiesta que armó el Cacique en el Monumental, demostrando lo compenetrado que está con la camiseta y la buena relación que tiene también con el resto del plantel.
Sin embargo, ese vínculo con Colo Colo dio un paso más allá este martes. Isla subió una emotiva publicación a su Instagram, en la cual se le ve yendo al cementerio a celebrar la corona con su fallecido tío. “Promesa cumplida” colocó el Huaso en redes.
Isla le llevó una camiseta firmada y también la medalla de campeón que consiguió el domingo tras el empate ante Copiapó. Acompañado de una de sus hijas, el Huaso vivió un lindo momento recordando a su ser querido, con quien tenía una cercana relación.
La emotiva dedicatoria de Mauricio Isla por su título en Colo COlo
Su fallecimiento se produjo en abril pasado, cuando Isla todavía era parte de Independiente. “Querido tío, querido che Mauri, querido padre. Es muy difícil escribir en estos momentos. Lo hago con cada lágrima por tu partida. Solo agradecerte por cada momento hermoso que me entregaste desde niño”, escribió en ese momento el Huaso.
“Recordaré cada momento vivido contigo. Tus regalos, tu dinero para ir a entrenar, tus retos, tus consejos, tus invitaciones a tu casa a mirar los partidos de tu querido Colo Colo o a tomar once“, recordó el Huaso.
De hecho, en su presentación en el club, el Huaso reconoció el profundo vínculo familiar que tienen sus seres queridos con Colo Colo, incluyendo a su fallecido tío, cuyo recuerdo fue clave en que Isla llegase al Popular. “El 80% de mi familia es del club”, señaló en ese momento.
Por lo mismo, el lateral derecho no dejó pasar la oportunidad de realizarle esa ofrenda póstuma a alguien que fue clave en su formación y también en su vida adulta. De seguro, un momento que Isla no olvidará nunca y, por supuesto, su familia tampoco.