Colo Colo ha vivido uno de los años más complejos en su historia deportiva. Por este motivo, en los momentos de mayor inestabilidad, las charlas motivacionales pasaron a ser parte de las dinámicas habituales del primer equipo.
“Nos atacan una vez, nos hacen un gol y entramos en una desesperación, en un nerviosismo que no podemos controlar”, reiteró en más de alguna ocasión Gustavo Quinteros tras su llegada al elenco popular.
En en ese escenario, apareció Gabriel Lama. El judoca que representó a Chile en los Juegos Olímpicos de Sidney (2000) y Atenas (2004) tiene una empresa de coaching empresarial llamada TGLI y su filosofía es alcanzar el liderazgo personal, para así lograr el liderazgo institucional. Con nueve años de experiencia en estas lides, más de 200 charlas y 60 empresas asesoradas en Chile, Estados Unidos y Brasil, Lama pronto se ganó la confianza de Harold Mayne-Nicholls y de Aníbal Mosa. Sus visitas se hicieron frecuentes al Monumental.
“Lama le ha hecho bien a todos. Ya no existe en la cabeza de dirigentes, cuerpo técnico o jugadores la idea de descender y el ambiente está mucho más distendido que en diciembre. Hoy estamos convencidos de que podemos lograr el objetivo de permanecer en primera”, explicó un integrante del directorio de ByN a La Tercera.
Las visitas del Judoca al Monumental se repiten al menos dos veces a la semana. Su rutina consiste en reunirse con todo el plantel entre 30 y 40 minutos. La presencia de Gabriel Lama ha sido valorada y su aporte reconocido por los jugadores.