Pena y vergüenza. Lo que estaba encaminado para ser una verdadera fiesta en el Estadio Nacional, terminó siendo un papelón que se meterá de lleno en la historia de nuestro fútbol. Los vergonzosos incidentes ocurridos en el sector norte del estadio provocaron la suspensión del partido entre Colo Colo y Huachipato.

Si bien en el primer tiempo ya había un clima agitado en el sector, todo se terminaría pudriendo en el entretiempo. Parte del personal de seguridad dispuesto para el compromiso, fueron en dirección al sector de la Garra Blanca y trataron de retirar un lienzo. Esto terminaría siendo un verdadero caos.

De allí en más, comenzaron los enfrentamientos entre los llamados hinchas y las fuerzas de contención. Mientras unos se comenzaban a pasar a la pista atlética, desde seguridad lanzaban gases lacrimógenos en contra de los violentos. Luego de un retraso, el segundo tiempo terminaría reanudándose.

Tanto el Cacique como Huachipato volvieron al campo de juego y el partido siguió su rumbo. Mientras el balón rodaba en el césped del Estadio Nacional, en el sector norte del recinto, la tranquilidad nunca volvió.

Los incidentes que privaron a Colo Colo de festejar un nuevo título

El Eterno Campeón se imponía por dos tantos contra cero ante los Acereros. Las anotaciones de Carlos Palacios y Arturo Vidal, le daban la ventaja al Cacique y cuando el reloj marcaba el minuto 80 del partido, todos esperaban a festejar un nuevo título. Lamentablemente, esto no sucedería.

Desde la organización del encuentro, se volvería a detener el juego. Una multitud de sujetos, todos encapuchados, invadieron la pista atlética y representaban una amenazada para el desarrollo del encuentro. Pese a las peticiones de los jugadores para reanudar el encuentro, el compromiso sería suspendido de manera definitiva.

Mientras los jugadores se retiraban del campo de juego, desde el sector norte se prendió fuego a algunas butacas del recinto. Bomberos tuvo que actuar para detener las llamas que comenzaban a crecer. Una imagen sencillamente triste y vergonzosa.

En una noche que debía terminar con los jugadores Albos celebrando en la cancha, terminó siendo un horrible espectáculo en las tribunas. Las condiciones no estaban dadas para que el espectáculo pueda continuar.