Tras las goleadas sufridas por Serena y Católica, Ivo Basay ha tomado una serie de medidas drásticas buscando un cambio radical e inmediato.
El Hueso, primero, dispuso tres prácticas de fútbol en dos días, todas de carácter privado y donde seis elementos se vieron damnificados: Ormeño, Scotti, Bravo, Olivi, Muñoz y el expulsado Millar. Dejaron su puesto a Rieloff, Mena, Jerez, Medel (o Wilchez), Gutiérrez y Molinas, respectivamente.
Tras esto, el equipo quedó concentrado con dos días de anticipación al partido, buscando un compenetración total con la idea del DT.