Renny Vega: No fue requerido mayormente y resolvió bien cuando tuvo que hacerlo. Ordenó a la defensa y cuando se equivocó, muy en su estilo, se apresuró a salvar de inmediato la situación y arreglar el problema. Llevaba dos meses parado y debe seguir soltándose.
Leandro Delgado: Entró a última hora por una molestia de Pablo Contreras y no desentonó, salvo en una jugada donde había salido bien pero luego se equivocó. Subió su nivel jugando en su posición, que es de central o stopper por la derecha.
Christian Vilches: Mayor trabajo no tuvo pero fue retomando confianza. Latorre no apareció salvo una vez y tuvo un gol tras un córner. Correcto.
Luis Mena: Para variar, terminó jugando y cumpliendo. Es un líder espiritual no sólo para sus compañeros, sino que también para la gente que le cree, lo ovaciona y lo cuida. Además no desentona y eso que jugó por izquierda.
José Pedro Fuenzalida: En lo suyo, mucha entrega, correr bastante y finiquitar mal. Pero pese a eso, hoy sí decidió bien en un par que dejaron solos a Paredes y Muñoz. Debe afinar más ese punto.
Rafael Caroca: Se sigue consolidando, se entrega por entero y no es torpe con el balón en sus pies. Debe seguir con esa confianza, recién tiene 22 años y está jugando en un puesto que es propiedad siempre de los experimentados.
Rodrigo Millar: La gente lo reprobó cuando fue presentado y cuando salió, pero, la verdad sea dicha, cumplió un correcto cometido. Pisó el área rival, creo peligro y dio la impresión de que se sintió más cómodo con alguien que sí mueve al equipo, como Bryan Rabello. Por pasajes se vio al Chino que tocaba con Macnelly Torres y su alza puede deberse, perfectamente, a que el 10 hoy jugó. Debe asumir que no ha hecho bien las cosas y comerse las reprimendas callado para demostrar en cancha. La principal grandeza en esto está en la autocrítica.
Manuel Bravo: Debe ser el titular aunque, lamentablemente, se esguinzó un tobillo. Y pese a eso, lesionado y todo, fue a marcar en una pierna hasta que se tuvo que tirar al piso. La última vez que había salido un centro por izquierda que terminó en gol fue, precisamente, de sus pies en Copa Chile a mitad del año pasado. No es casualidad. Además es hábil y funcional, no hace “cachañas” para la galería. Gran futuro y por fin jugó en su puesto y no de lateral.
Bryan Rabello: ¡Por fin tuvo el partido que necesitaba! Había ingresado con Diego Cagna, algo con Américo Gallego pero siempre a chispazos, a trotes, hasta que Ivo Basay lo sacó antes de que terminara el primer tiempo ante Ñublense en el Clausura pasado y con justa razón. Aprendió y hoy cuajó 60 minutos sólidos. Habilidad con las dos piernas, centros perfectos, buenos cambios de frente, habilitaciones al espacio y un tiro libre que debió ser su golazo. Con 17 años movió el mediocampo de Colo Colo por una hora, tras una goleada y en crisis. Pergaminos suficientes para que Blanco y Negro le renueve y se consolide. Le falta físico, pero eso pasa con todo el plantel y él, además, no pudo hacer una pretemporada correcta por una operación a una rodilla. Con respecto al juego, a ratos debe ser algo más directo y tirar menos lujos, pero todo mejorable con un futuro más que promisorio.
Carlos Muñoz: Hizo el gol, tuvo otro par, se movió, buscó, pero aún debe conectarse mejor y aprovechar las que se crea. Con la irrupción de Rabello puede verse beneficiado.
Esteban Paredes: Mala tarde del capitán. Se entregó por entero, como siempre, pero estuvo irreconocible en la definición y, para colmo, perdió un penal. Como sea, siempre desordena a las defensas rivales y es un peligro constante. Se puede prender en cualquier segundo.
(48″) Ariel Páez: Guapo, veloz, corrió y metió. Entrando tuvo un cabezazo interesante tras combinar con Rabello. Fue al sacrificio en una posición que no lo acomoda del todo más lejos del área, pero se la jugó y es alternativa más que válida.
(79″) Lucas Wilchez: Ingresó por Rodrigo Millar para tratar de recuperar la banda izquierda, que se perdió cuando el Chapa pasó a ese lado (y Fuenzalida se fue de doble 6). Sin embargo, no demostró lo que hizo Bravo en el primer tiempo y, de correr a correr, está un paso detrás del canterano por ahora. Seguramente jugará el otro encuentro dada la lesión del juvenil, pero en igualdad de condiciones va en desventaja.
(86″) Mathías Vidangossy: Entró para matar el partido de contra y tuvo sus opciones, pero se las frustraron con faltas que San Felipe debía hacer para cortar el juego. Rabello le puso las cosas aún más difíciles, pero puede ser alternativa de refresco, sobre todo tomando en cuenta el mal estado físico del plantel. Ingresando del banco, con su habilidad y el partido “gastado” puede desequilibrar.
DT Luis Pérez: Tuvo la capacidad de ordenar y dar un golpe de timón tras el desastre absoluto y le resultó. Una muy buena señal que dio de los cambios que se deberían venir fue que al momento de la lesión de Manuel Bravo, el cambio era cantado para Lucas Wilchez… Pero entró el juvenil Ariel Páez. Que les siga dando minutos en estos partidos que quedan.