Justo Villar: Sólido. Lo fusilaron en el gol pero gran parte del empate es de él al tapar el mano a mano regalado a Javier Elizondo. Jamás le quitó la vista al balón.
José Pedro Fuenzalida: Mucha entrega pero absolutamente falto de precisión. En una jugada donde tenía tres opciones posibles tras haber eludido bien a un marcador, se la regaló a un zaguero de Antofagasta. Además, no en pocas ocasiones dejó “botada” su banda, por donde Marlon Fernández complicó.
Christian Vilches: En algún momento entre 2011 y 2012 tuvo nivel de Selección. No obstante, su rendimiento ha ido en claro descenso. Está llegando a destiempo, no muestra velocidad suficiente y ya queda la impresión que está lejos de aquel zaguero que era inamovible. A no extrañarse si comienza a ir al banco. Es un buen jugador, pero el fútbol es presente.
Luis Mena: Sólo tuvo un par de anticipos pero en el gol de Canío no le cayó a tiempo (a su favor se puede argumentar que estaba preocupado también de Fernández, que lo habían dejado solo) y muchas veces lo tomaron corriendo contra su propio arco.
Nicolás Crovetto: No se mandó en ofensiva, no creó peligro por esa zona y descuidó a Juan Maldonado en el lateral que terminó en centro de derecha de un tipo que es zurdo para el gol de Canío.
Fabián Benítez: Quitó algunos balones, fueron interesantes sus primeros 10 minutos actuando casi como un 8 pero el grave error que cometió al regalarle un mano a mano a Elizondo es inadmisible.
Esteban Pavez: Se le vio perdido, sobrepasado en el primer tiempo. Le ganaron mucho la espalda y tampoco pudo generar en ofensiva.
Gonzalo Fierro: Muy displicente en jugadas que pudieron tener mejor destino. Poco en la generación ofensiva y no relevó a Fuenzalida de manera constante como lo venía haciendo. Antofagasta se metió mucho por ese sector.
Mauro Olivi: Irresoluto en la última puntada. Conduce, se desmarca y cuando debe decidir, lo viene haciendo mal.
Felipe Flores: Se nota que está metido en un pozo del que quiere salir como sea, convirtiendo de cualquier manera. Eso lo hace tomar malas decisiones a la hora de finiquitar. Casi siempre disparó al cuerpo de Hurtado.
Javier Toledo: Batallador, no le quedaron muchas pero en las que tuvo pudo hacer algo más, sobre todo en una donde debió girar rápidamente en el área para finiquitar y se demoró perdiendo el balón.
(59″) Juan Delgado: Tiene condiciones y está bien considerado por Gustavo Benítez. No es su responsabilidad porque le dijeron que saltara a la cancha, pero difícilmente iba a ser el indicado para darle mayor peso a la ofensiva del equipo. Como sea, se las arregló para meter el centro que terminó en el golazo de Vecchio tras la fallida chilena de Fuenzalida.
(72″) Emiliano Vecchio: Por ahí sí. En poco más de 15 minutos hilvanó jugadas en ofensiva y convirtió un golazo sin hacer nada brillante. Es lo que se le pide al 10 de Colo Colo, que sea gravitante. Ojalá sea un recomenzar para él.
(81″) Mathías Vidangossy: De los pocos balones que tocó, metió un buen pase en profundidad y el resto los perdió todos.
DT Gustavo Benítez: Insistió en un esquema sin enganche como ante El Tanque Sisley pero no resultó. Ese día era lógico, la cancha no permitía un juego a ras de piso. No obstante, hoy debió mover la pizarra antes. Ya desde los 25 minutos del primer tiempo que Colo Colo llegaba siempre a destiempo a las marcas, le ganaban la espalda a los volantes de contención y arriba no se hilvanaba juego. El equipo estaba cortado y requería de hombres como Vecchio y/o Silva para conectar jugadas en ofensiva y recuperar la tenencia del balón. Debe pensar en apurar con alguien a Vilches y Mena mientras espera a Malrechauffe, porque también hay desconfianzas y errores en las marcas en la zona posterior. Además, endosó mucha responsabilidad a un muchacho como Juan Delgado al utilizarlo como primer cambio. El equipo no lo estaba haciendo mal cuando actuaba con un 4-2-3-1. Es la fórmula que mejor le ha resultado y debería volver a probarla, pero cambiando algunas piezas.
Foto: Agencia UNO