Brayan Cortés: No tuvo mayor intervención en el juego. Partido tranquilo para el Indio, que tuvo un gran achique a Zampedri en el minuto 69. Cuando creció la Católica, estuvo impresionante en un doble tapadón en el minuto 83, jugándose la vida ante Asad y Tapia.

Óscar Opazo: Más encargado de tareas ofensivas. Al no tener preocupaciones defensivas, se cargó al lado de Bouzat y de Bolados en el segundo tiempo, para generar peligro por el sector derecho. Le faltó algo de precisión en el último pase, pero completó un gran partido.

Maximiliano Falcón: De los mejores. Su duelo con Fernando Zampedri era uno de los atractivos de la jornada y no defraudó. Peluca tuvo muy bien controlado al delantero siguiéndolo por todo el frente del ataque y cumplió a cabalidad su función. Además, se atrevió en ataque con un gran derechazo que atajó Dituro.

Emiliano Amor: Buen trabajo de Emi. Tuvo un cierre increíble al Chapa Fuenzalida y estuvo firme para ser el partner perfecto de Falcón. Además, estuvo muy claro a la hora de mandar el pelotazo largo y de hacer las coberturas por el sector izquierdo. Eso sí, le faltó comunicación en el último minuto con Cortés, cuando casi la meten en propio arco.

Gabriel Suazo: No tenía un duelo fácil por su orilla al cuidar la subida de Fabián Orellana y Mauricio Isla, sin embargo, sigue dando muestras de su gran presente y no tuvo problemas para controlar el flanco izquierdo, presionando alto e, incluso, aventurándose en ofensiva, sobre todo en el segundo tiempo, donde fue actor importante en ataque, aunque sin resultados.

Esteban Pavez: Gran partido del Huesi. Presionando alto la salida de los Cruzados, quitando balones importantes y con un gran recorrido en el sector medio del terreno de juego, siendo una piedra de tope importante en los embates de los jugadores rivales que no pudieron sortear su marca. Crece mucho en los partidos importantes.

Vicente Pizarro: Impecable partido. El Vicho fue una aduana importante en el mediocampo, recorriendo de gran manera todo el sector céntrico. Gran entrega de balón y muy claro en la salida. Anticipo e inteligencia del canterano albo. Sufrió con el juego brusco de los rivales. Salió a los 87 bajo una ovación.

Vicente Pizarro fue una de las figuras de Colo Colo | Imagen: Guillermo Salazar

Leonardo Gil: El Colorado colaboró mucho en la primera presión para dificultar la salida de la zaga cruzada, pero le faltó algo más de precisión a la hora de buscar el pase filtrado. No fue de sus mejores partidos, pero sigue siendo importante en el bloque de ataque.

Agustín Bouzat: En la suya. Sin ser desequilibrante en lo ofensivo, pero con una colaboración tremenda en la recuperación alta. Parot no pudo pasar tranquilo, en parte, por su presencia. Eso sí, le falta profundidad. Salió a los 56.

Gabriel Costa: Inquieto, participativo, pero por momentos desordenado. De todos modos, siempre se mostró como alternativa para sus compañeros. Tuvo la apertura del marcador con un gran disparo, sin embargo, el travesaño le negó la celebración. En el segundo tiempo estuvo algo impreciso para culminar las jugadas, aunque fue muy generoso para controlar la banda izquierda junto a Suazo. Salió a los 78.

Gabriel Costa tuvo la apertura del marcador | Imagen: Guillermo Salazar

Juan Martín Lucero: Una de las grandes virtudes del Gato, además de su olfato goleador, es su capacidad para colaborar en ataque. Voluntarioso y con un gran sentido colectivo, fue un pivot constante para jugar con sus compañeros que venían de frente. Tuvo una clara en que trastabilló, pero no muchas más, ante el buen trabajo defensivo cruzado.

Marcos Bolados: Ingresó a los 56 minutos por Agustín Bouzat y se notó de inmediato. Colo Colo ganó en profundidad y, si bien no siente tanto la marca, fue útil para desordenar a los defensas rivales. Lo negativo, es que no estuvo preciso en la última puntada.

Marco Rojas: Ingresó por Gabriel Costa y se movió por todo el frente de ataque, aunque no pudo gravitar.

Alexander Oroz:Ingresó en los últimos minutos para tratar, con su velocidad, marcar diferencias. No obstante, tuvo muy poco tiempo para lograrlo.