A la mayoría de las personas que comienzan el ejercicio, o que retoman el deporte después de cierto tiempo, les sucede que luego de practicar la actividad presentan dolores musculares muy grandes. Estas molestias son también conocidas como fiebre muscular o DOMS (Delayed Onset Muscle Soreness- Ataque retrasado muscular).
De acuerdo al Kinesiólogo de Clínica MEDS, Claudio Montejo, este tipo de molestias se trata de microrrupturas que se producen al interior del músculo, asociada con procesos inflamatorios y aumento de volumen. “Se presentan después de un ejercicio intenso y persisten generalmente por 48 horas”, cuenta el profesional.
Montejo, quien además es Magister en Medicina Deportiva, agrega que “este conjunto de signos y síntomas constituyen un proceso súper normal, sobre todo en personas sedentarias que comienzan o retoman el ejercicio, y en deportistas cuando cambian sus rutinas, porque el cuerpo no está adaptado a esas cargas”.
Cuando suceden estas dolencias se debe hacer la distinción entre un “dolor malo”, que son los dolores de los tendones, ligamentos o articulaciones, debiendo poner alerta y consultar de inmediato con un especialista. En cambio las molestias musculares son los “dolores buenos”, las que incluso pueden funcionar como un indicador de que el trabajo se realizó correctamente.
Recomendaciones:
Realizar una buena sesión de elongación después del ejercicio. De esta manera los músculos no quedan apretados.
Para combatir algún tipo de inflamación, se recomienda la crioterapia o uso de hielo.
Para prevenir lesiones se aconseja que siempre un profesional oriente y planifique las cargas de ejercicio.
Seguir con la actividad deportiva al día siguiente, pero con menor intensidad. De esta manera circulará mayor sangre por el cuerpo, produciéndose un barrido de las sustancias que provocan dolor.