La tensión comenzó con movimientos en la Bolsa de Comercio de Santiago, donde Gabriel Ruiz-Tagle vendió acciones a la par que Aníbal Mosa compraba, llegando, aproximadamente, a un 35% del total de Blanco y Negro.

Con ello, el ex presidente de la concesionaria quedó en posición de convocar a una junta extraordinaria de accionistas para, eventualmente, hacer una nueva elección y posicionar un nuevo director a su nombre. No lo había querido hacer esperando la renuncia del actual mandamás quien, según argumentó Paul Fontaine, mano derecha de Mosa, “vendió las acciones con las cuales fue elegido, por lo que debía dar un paso al costado”.

Como eso no pasará, el puertomontino jugó su siguiente carta: pidió, formalmente, que se realice otro cónclave para nuevos comicios. “Por su intermedio, solicito al directorio que se convoque a junta extraordinaria de accionistas para tratar el asunto de revocación total de directorio y elección de uno nuevo”, comentó Mosa en una carta enviada a la alta mesa de Blanco y Negro y que publicó La Tercera.

Asimismo, el empresario de origen sirio puntualizó que lo realiza “sobre la base de fundamentos estatutarios y legales citados en la carta formal que adjunto y que haré llegar también mediante correo certificado al domicilio social”.

Bajo este escenario, Mosa podría sumar un nuevo director e inclinar, nuevamente, la balanza a su favor. Por ahora, la posición de su sector es que Leonardo Battaglia, actual vicepresidente y representante del bloque de Leonidas Vial, asuma la presidencia.