El camarín versión Gustavo Benítez de Colo Colo ya está diseñado. El DT dijo en su presentación que antes del fin de semana tendría listo el diagnóstico y cumplió.
“Trabajar en Colo Colo tiene un encanto especial. Yo pensé que nunca más volvería, pero ahora quiero aquí terminar mi carrera. Terminados los dos años de contrato si me va bien, que es lo que espero, quiero que, cumplido ese período, me extiendan el contrato. Me tengo fe”, expresó en diálogo con El Mercurio.
Además, profundizó en algo que se le consultó en conferencia de prensa: el haber dicho en su momento que no volvería aunque se lo pidieran al Monumental.
“Es que mi nombre salía a cada rato cuando Colo Colo buscaba un entrenador, pero finalmente me decían que no era una opción real. La única vez que siento que tuve posibilidades fue antes de que llegara Claudio Borghi. Un dirigente de Blanco y Negro viajó a Asunción a preguntarme si me interesaba. Le dije que sí, pero ese dirigente se fue y nunca más me llamaron”, explicó.
EL CAMARÍN DE BENÍTEZ
El paraguayo ya tiene claro el panorama del Cacique. “Hoy hay como 35 profesionales y lo ideal para mí es trabajar con máximo 23 y cinco juveniles. Y de los refuerzos necesito entre cinco y seis. Ojalá se dé, porque sé que no soy Mourinho y que no me podrán traer todo lo que les pida a los dirigentes. Además, hay que reubicar a aquellos jugadores actuales que no tendrían cabida en el nuevo plantel y ver a los que llegan de los préstamos”, sentenció.
Tras manifestar que Gonzalo Fierro es de su agrado, comentó que “necesitamos líderes y yo creo que ellos deben buscarse en las posiciones de atrás, es decir, en un arquero, un zaguero central y en un volante. Quiero tres líderes en esas líneas y otros tres jugadores que cumplan funciones específicas que creo que hoy le faltan al equipo”.
VECCHIO, GUTIÉRREZ Y MUÑOZ
Dentro de los elementos que conviven hoy en Pedreros hay varios apuntados. Uno de ellos es Emiliano Vecchio. “Me gusta jugar con 10. Él tuvo una buena campaña en Unión, pero no alcanzó la misma estatura en Colo Colo. Será respaldado, pero deberá entender que yo a un jugador así, aparte del último pase, le pido sacrificio. No me gustan los enganches vagos… O sea, para que se entienda bien, que se estacionan esperando tirar un pase nomás”, avisó el adiestrador.
¿Y Roberto Gutiérrez? “En general, no me gusta tener jugadores que, teniendo un sueldo alto, no juegan. Revuelven el gallinero. Él tuvo oportunidades… y yo tengo informes del cuerpo técnico anterior”, aseveró.
Dentro de lo rescatable del primer semestre aparece Carlos Muñoz. “Le pedí a Salah que no lo vendan tan luego, aunque sé que no depende solo de Colo Colo. Para mí, él puede ser un delantero que se mueva por los costados y no tan estacionado como lo ha hecho hasta ahora”, analizó.
“NO NIEGO MI LEALTAD CON JORGE VERGARA”
Algo por lo que ha sido apuntado Benítez es por su relación con diregentes asociados a la quiebra. “Yo llegué a Chile gracias a Jorge Vergara y a Peter Dragicevic. Ellos creyeron en mí, me apoyaron en los momentos difíciles que viví en mi primer año en Colo Colo y por eso siempre les estaré muy agradecido”, recordó.
Además, agregó que “si bien no niego mi lealtad con Vergara, él no es mi representante ni un amigo del alma. Con él hablo por teléfono de vez en cuando, me junto a comer una vez al año… Maneja un gran nivel de información sobre fútbol y de eso conversamos, pero de ahí a que me imponga jugadores o que alguna vez, como muchos dicen, él se haya quedado con un porcentaje de dinero por llevar a un jugador a un club donde yo haya estado, eso no es verdad. Al menos yo nunca vi eso”.
Pese a esto, recalcó que el proceso de contrataciones será pulcro. “Habrá varios filtros. Primero, Arturo (Salah) y yo debemos consensuar una lista de nombres y luego Juan Gutiérrez (director deportivo) será quien indagará sobre las posibilidades de los jugadores que integran esa nómina. Finalmente, el directorio de Blanco y Negro decidirá el tema desde el punto de vista económico. Los representantes, que para mí son un mal necesario del fútbol actual, sólo intervendrán cuando contactemos a un jugador que nos interese. Nunca antes de eso”, se explayó.
Finalmente, aclaró un caso de muchos años: Copa Libertadores de 1989 donde el Colo Colo dirigido por Arturo Salah quedaba fuera por un sospechoso 5-4 entre Sol de América y Olimpia, donde jugaba el DT.
“No me molesta porque tengo la conciencia tranquila: no participé de ningún tongo. Probablemente fue un partido extraño, raro… pero yo no estaba al tanto y ni sé si algún compañero lo estaba, si había algún acuerdo. De hecho, Olimpia perdió el partido y nosotros perdimos el premio que habíamos pactado, porque solo cobrábamos por ganar. Se dicen muchas cosas, pero yo no puedo dar fe de que hubiese habido un acuerdo. Al menos a mí nadie me dijo que teníamos que jugar como jugamos ese día”, cerró.
Foto: Agencia UNO