Ivo Alexis Basay Hatibovic, 45 años y apodado como el Hueso por su delgada figura al momento de debutar en Primera División en 1984 en Curicó Unido.
Con los torteros no tuvo muchas apariciones pero sí las suficientes para partir de vuelta a su cuna de origen, Magallanes. Tras esto, llegó a Everton y tendría su primer salto internacional: al Stade de Reims, donde estuvo tres años convirtiendo 29 goles.
El Necaxa lo llevó en 1990 donde forjaría identidad de ídolo para los Hidrorayos con 99 estocadas. Boca Juniors sería su destino próximo donde no tuvo muchas actuaciones, volviendo a México.
En un gran momento de su carrera y con 29 años cumplió su sueño: arribar a Colo Colo, al Cacique de Gustavo Benítez, donde debutó en una terrible goleada por 10-0 a Regional Atacama.
Sería campeón de 1996, 1997 (Clausura) y 1998 y de la Copa Chile 1996. Fue el máximo goleador de la Supercopa de 1997 con ocho tantos y por cosas del destino no pudo levantar un título internacional, cayendo en semifinales de la Libertadores y del anterior torneo mencionado.
Siempre mostró su carácter tanto dentro como fuera de la cancha, siendo un tipo que jamás escondió su pasión. Encaró solo a los jugadores de Cruzeiro que se burlaban de la eliminación de Colo Colo de la Libertadores de 1997 y renunció a la Selección Chilena porque, según sus palabras, escuchó hablando al DT, Nelson Acosta, con el doctor de la Roja, Eugenio Valdecantos, sobre su persona.
Finalmente, se retiraría en 1999 luego de no poder volver en plenitud de condiciones tras una criminal patada de Carlos Tejas en un partido contra Coquimbo Unido que le destrozó los ligamentos de una rodilla.
Al Hueso no le vienen con cuentos. Conoce al revés y al derecho los códigos de un camarín, el fútbol chileno y a Colo Colo.