Omar Labruna sacó el habla en diálogo con La Tercera para repasar su despido y las razones del mismo.

“No tuve la suerte de que Blanco y Negro me escuchara en las necesidades del equipo. Ahora lo están haciendo. Veo que los puestos que reforzó Colo Colo son los que mencioné en su momento. A nosotros nos trajeron a Vecchio y Hernández. No pudimos incorporar ningún jugador más. Cardacio y Domínguez llegaron sin actividad. Un montón de veces se cayeron jugadores por diferencias mínimas, pero hoy veo que han traído lo que se necesita”, meditó en este diálogo con el matutino.

En el mismo tono, añadió que “el tiempo demostró que mi salida fue una decisión apresurada y desafortunada, porque terminaron lejos de todo. Colo Colo cambió en los últimos cinco años a 12 entrenadores y eso no le hace bien a un club. Esperemos que le vaya mejor con Gustavo Benítez, quien me parece serio y disciplinado”.

Al ser consultado por las diferencias entre timoneles aseguró que son “abismales. A Tapia no lo veía nunca y no podía intercambiar cosas futbolísticas con él. Era una persona más para la concesionaria que para el fútbol. Salah puede cumplir ambas funciones. Eso hay que acompañarlo con un buen equipo y resultados. Hoy están en ese camino. Yo tenía solamente a Juan Gutiérrez, quien no deja de ser un empleado que cuida su lugar y que no podía ir todos los días a intercambiar opiniones y a ponerse firme”.

Además, cree que fue despedido porque “tal vez fui muy insistente y cansador en esos asuntos. También está el tema con Mosa en Temuco. Después de ese episodio quedó algo que no gustó. Por su lado algo quedó sin cerrar. Leyendo entrelíneas, sé que fue uno de los que terminó de apoyar este proceso. Por lo poco que lo conocí, es una persona de impulsos. Y en el fútbol, a veces, hay que dejarlos en pausa”.

¿Alguna autocrítica? “No haberme puesto más firme para exigir los refuerzos en diciembre. Antes que empezara el torneo se me cruzó por la cabeza dar un paso al costado. No me calzaban algunas actitudes. No sentía compromiso total de la dirigencia. Decidí continuar porque era difícil irme, por todas las ganas que puse para llegar. Quizás también hice demasiados cambios en las primeras fechas: cambié el sistema, la línea de tres, luego volví a la línea de cuatro”, repasó.

Finalmente, le volvió a pegar a un ex funcionario por el tema de su accidente. “No, porque cuando hablé con ByN ellos quedaron al tanto. Si no hubiesen comprobado mi versión, Labruna habría dejado de ser técnico de Colo Colo en diciembre. El tiempo dirá todo, pero hubo culpas compartidas. La mía fue menor, no fui bien aconsejado. Ese día estuve yo, Carabineros, mi mujer y el gerente general Álvaro Romero. Él era la mano extensora del directorio. Tiene que manifestar los hechos con apego a la realidad y en el momento exacto. Si no lo hizo, cometió un error”, tiró.

Foto: Agencia UNO