Hombre de pocas palabras con los micrófonos pero de mucha voz en el camarín. Miguel Augusto Riffo dio una vuelta más en el Monumental, ahora como ayudante técnico y tras esta gloria analizó que “con Héctor (Tapia) nos conocemos hace mucho tiempo, de las inferiores, después fuimos compañeros, compartimos muchas cosas lindas. Cuando comenzamos a dirigir también coincidimos en cadetes y ahora acá. Somos muy amigos”.
Del desarrollo del torneo comentó que “necesitábamos el título y teníamos plena confianza. Contento por el esfuerzo de los jugadores, cuerpo técnico, médicos, utileros, todo. El trabajo fue ideal”.
Finalmente, el otrora zaguero detalló que “lo que trabajamos es que el equipo sea compacto y un aspecto importante es el defensivo, que no sólo tiene que ver con volantes y zagueros, sino una idea de equipo. Cuando no se tiene el balón se requiere un sacrificio importante. La actitud de los jugadores nos tiene muy contentos”.
Foto: Agencia UNO