Ciper (Centro de Investigación Periodística) realizó un reportaje donde denuncia que Blanco y Negro no cumple con una cláusula del contrato de concesión que comenzó a correr hace ya siete años.

El escrito comienza recordando que un día antes de conseguir el tetracampeonato, el 22 de diciembre de 2007, con sólo 24 socios en una asamblea extraordinaria se aprobó el tener que esperar tres años y dos meses para votar: dos para pasar a ser socio activo y otro para tener antigüedad suficiente.

Tras eso, el padrón ha bajado dramáticamente en sus números. En 1998, última elección antes de la quiebra, había 14.710 socios activos. En la última elección sólo 511 podían sufragar. Muchos dejaron de cancelar tras la quiebra.

La cláusula décima del contrato de concesión reza lo siguiente: “Las partes estipulan que el registro o padrón de socios del Club será administrado por ByN, a fin de incrementar la adhesión a Colo Colo y de perfeccionar y de hacer fluida la atención a los socios de la Corporación”, algo que en la progresión de los años no se ha cumplido.

En 2005, año en que asume ByN, eran 855 los socios con derecho a voto. En 2010, se redujo a 793 mientras que hoy sólo hay 511, divididos en 257 activos y 254 honorarios.

El abogado José Antonio Gaspar expuso que “según la ley de SADP (20.019) la corporación debía pasar a un estado de inactividad siendo ByN el encargado de administrar el beneficio, pero se pueden extralimitar en esta función.

Por su parte, Eduardo Menichetti Pilasi, ex vicepresidente de la Corporación, manifestó que “según Cristián Varela, no defiende los intereses de Blanco y Negro, pero se ha alineado políticamente hacia ellos y no hacia los socios. La corporación se ha alineado económicamente con los intereses de Blanco y Negro y no han sido capaces de diferenciar la parte social de la económica. Y eso pasa por querer mantener el poder y que la corporación sea cada vez más chica y evitar que el colocolino común y corriente pueda llegar a un cargo político como corresponde. Al no fiscalizar a Blanco y Negro, caes abiertamente en la obsecuencia”.

LA DIVISIÓN DEL DINERO DEL PAGO DE CUOTAS

Además, el gerente general de la Corporación, Alfonso De La Fuente, explicó a Ciper que “ByN recibe los $3.000 mensuales que paga cada socio beneficiario de la Región Metropolitana y sólo destina $500 a la Corporación: $250 en efectivo y otros $250 en obras o infraestructura. Los restantes $2.500 quedan para la sociedad concesionaria”.

Álex Friedemann, director de la mesa de Varela, acusó que esto también vulnera el contrato en la misma cláusula anteriormente expusta, punto dos, donde se anota que “las cuotas sociales que paguen los socios de la Corporación pertenecerán a ésta y serán administradas por ella”.

Carlos Tapia, hoy timonel de Blanco y Negro que llegó ahí por ser director del Club, defiende este sistema: “En el año 2006, y como parte de una larga conversación que tuvo Blanco y Negro con la Corporación, fuimos partícipes de que los beneficios debieran ser para todos los socios, sin diferencias. Por lo mismo, nos pareció lo más justo para ambas partes que esa recaudación de cuotas sociales tuviera una repartición acorde con quien hace la inversión”, aseveró.

¿Por qué no se ha hecho énfasis en aumentar el padrón de socios? La investigación culmina recordando que en al momento de la concesión, si ByN tras los 30 años ha saldado la deuda con el Fisco, la Corporación será dueña del 50% de todas las utilidades de la S.A. Pasando eso, se renueva el acuerdo por 90 temporadas más. ¿Y si no? El Club Social y Deportivo se hará del 99% de la empresa y terminará con ella una vez que se cancele el saldo que quedara.

Por ende, la conclusión es que todo apunta a una “fina selección” de quién compone y quién no al futuro socio de Blanco y Negro: la Corporación en pleno.

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