Lucas Barrios se fue de Colo Colo esta semana argumentando que estaba incómodo. “Averigüen, tienen que decirle la verdad a la gente. Yo no lo voy a decir que porque tengo códigos en el fútbol”, repitió más de una vez en la conferencia de despedida el paraguayo y ya se han ido conociendo algunos detalles.

El primero fue su distanciamiento con Esteban Paredes. Para la Pantera, Visogol gozaba de muchos privilegios, como no entrenarse algunos días. Además, nunca logró encajar en el grupo dominante del camarín.

Pero El Mercurio reveló otro episodio que no le gustó a la Pantera: una fuerte discusión con Juan Manuel Insaurralde que, en cualquier caso, debía ser una calentura del momento por un partido pero al parecer al mundialista le molestó un poco más allá.

Ese día, el Chaco empató el partido en el minuto 90, pero en los descuentos Colo Colo terminaría cayendo ante el equipo de Miguel Riffo. “¡No podemos ser tan pelotudos, cómo perdemos con estos muertos! ¡Diez mil goles nos perdimos, la CDTM!”, lanzó el ex Boca Juniors en el camarín según reveló El Mercurio.

Ahí apareció Barrios. “¿Me estás diciendo a mí?”, le exclamó al defensor. “No, no” replicó éste pero no fue suficiente para Lucas. “Sí, me estás diciendo a mí, me estás diciendo a mí, la re puta madre”, tiró el artillero antes de irse encima de Insaurralde. Tuvo que intervenir Héctor Tapia para evitar los golpes.

En Pedrero, en tanto, dijeron que “era imposible que Lucas siguiera conviviendo con el Chaco sabiendo que este siempre tendría el apoyo de Esteban Paredes”.

Desde su círculo, contaron al mismo matutino que ese día “vinimos a la altura, a jugar con calor, mientras a las figuritas las están cuidando”. Ese día, no viajaron Jorge Valdivia y Esteban Paredes porque estaban a una amarilla de la suspensión y se venía el clásico con la U.

“Por eso el lunes dijo que aún sin pretemporada siempre estuvo dispuesto a jugar”, complementaron cercanos a Barrios, aunque en el Monumental contrarrestaron manifestando que “el nivel que mostraba Lucas en os entrenamientos, donde le costaba hasta parar una pelota, fue mermando nuestra confianza”.