“Tomó la decisión de rescindir su contrato sin decirme nada… Después lo conversamos”. Eso fue todo lo que Diego Cagna dijo en la conferencia sobre Arturo Sanhueza, quien ayer vivió su última jornada en día de partido en el Monumental pero desde la tribuna, al ser marginado de la citación por el DT.
Sobre la hora llegó al estadio para no toparse con el adiestrador. Tomó palco y muchos le pidieron fotografías, a las que accedió y le mostraron cariño. Otros, lo increparon: “¡Ándate, puro jodiste en el camarín!”, fue lo más suave que recibió el “penquista”.
Antes del pitazo final, Sanhueza se retiró al sector de estacionamientos y ahí conversó con algunos compañeros. No fue al camarín. El quiebre es total con el cuerpo técnico.
Esta semana firmará su finiquito tras cinco años y seis títulos. Se habla de que Blanco y Negro quiere despedirlo “en sociedad” para que no salga por la puerta chica.
¿QUÉ NO DEBIÓ PASAR?
Ayer quien vistió la jineta de capitán fue Luis Mena quien, dicho sea de paso, cumplió un más que correcto cometido ante el “Campanil”.
Y el multicampeón advirtió tras el partido que “es una situación difícil para él. Todos sabemos lo que ha sido para el club”, sintiendo la partida del volante.
Eso sí, luego dejó una frase para pensar: “Lamentablemente, pasaron cosas que no debían pasar”, lanzó. ¿A qué se habrá referido el zaguero?