Justo Villar: Sin demasiado trabajo, respondió en las pocas oportunidades en que fue requerido. Estuvo cerca en el penal y quedó muy expuesto en el segundo descuento cobresalino, en que el balón le pasó entre las piernas.
Gonzalo Fierro: Con menos trascendencia ofensiva respecto a sus últimos partidos, más allá de un par de cierres interesantes en el fondo. Buen centro para el algo polémico gol de Delgado.
Christian Vilches: Hacía un partido más que correcto hasta que cometió un error tan grave como evitable al meter la mano cuando le ganaba la posición a Cantero, y que costó un empate que, por fútbol, en ese instante Cobresal no merecía. Luego se volvió a afirmar pero su evaluación queda condicionada por su error.
Julio Barroso: Con el aplomo y categoría acostumbrados, contribuyó a que Cantero, de lo más peligroso de Cobresal, tuviese que salir del área para poder recibir juego. Algo desatento en el segundo descuento del conjunto del norte.
Luis Pavez: Activo partido del joven lateral. Pese a que le “cargan la mano”, lentamente comienza a adquirir “mañas” del puesto, que le harán crecer como futbolista. Buen pelotazo para Flores en el tercero.
Claudio Baeza: Un partido con mucho trajín y despliegue, además de participar en el circuito de generación de juego, animándose incluso a disparar al arco. Salió reemplazado por una dolencia.
Esteban Pavez: Quizás no brille, y quizás incluso su desempeño haya sido menos “luminoso” que en otras ocasiones, pero es clave por su buena ubicación, carácter y buena pegada, que quedó de manifiesto en el espléndido pelotazo que le metió a Paredes para el gol de la apertura cuando Colo Colo no encontraba mucho fútbol. Fijo.
Juan Delgado: En una inédita posición desde el arranque, apareció en el dibujo inicial como 10, aunque se fue intercambiando de puesto con los otros hombres de ofensiva. Un primer tiempo bastante interesante, productivo, desequilibrando y tomando buenas decisiones, y en el segundo marcó un gol importantísimo, ganando por arriba y definiendo como 9 “rebotero”. De lo más destacado de la jornada.
José Pedro Fuenzalida: Con su despliegue acostumbrado, incesante, marró un “globito” cuando ya cantábamos el gol. Si bien tiene poca claridad al momento de definir las jugadas, su recorrido es importantísimo para el engranaje ofensivo.
Esteban Paredes: Se ve algo lento, quizás algo condicionado en lo físico, está algo más “petrolero” en el arranque, pero tiene una categoría, calidad y un oficio que son indiscutibles. Cuando el equipo no aparecía, ganó la posición y marcó un gol que rompe el partido, y luego preocupó con su inmensa capacidad para aguantar balones y arrastrar marcas.
Felipe Flores: Hacía un partido con poca sensibilidad con la pelota, tomando algunas decisiones erradas, lo que provocó algunos murmullos… y eso es sinónimo de que Flores va a terminar marcando y revirtiendo situaciones. Hizo “niño” al central cobresalino y marcó el gol que define el partido. Más allá de sus desprolijidades, responde con goles y que, para más remate, son importantes. Un luchador
(63’) Bryan Carvallo: Auspicioso debut del pequeño y joven volante. Entró en un momento donde el partido aún se peleaba en mitad de cancha, y con personalidad, buen manejo de pelota y un par de balones profundos interesantes y con intención, se ganó los aplausos de la parcialidad. Ojalá que vaya teniendo paulatinamente algunos minutos y que su evolución futbolística nos lleve a tener un 10 de casa en un tiempo más.
(78’) Nicolás Orellana: Algo “al sacrificio” al jugar cargado por izquierda, le sirve para sumar minutos.
(84’) Jason Silva: En sus escasos minutos, aportó en la tenencia criteriosa de balón en los momentos donde ésta era crucial.
Héctor Tapia (DT): Supo llevar a la victoria a un Colo Colo que tuvo una convulsionada semana dentro y fuera de la cancha, sobreponiéndose tanto a las ausencias de los que hacen jugar al resto, como Valdés y Vecchio -armando un modelo sin un 10 fijo sino que “intercambiable”-, como al “ruido” suscitado por los acontecimientos externos ya por todos conocidos. En lo preocupante, cinco de nueve partidos recibiendo goles en los últimos minutos es demasiado, no habla bien del nivel de concentración, y él debe tenerlo más que claro. De todas formas, el equipo, pese a las dificultades, está ganando partidos, con un rendimiento estadístico impecable, y todo es más sencillo de modificar con este piso de puntos.