El árbitro pitó el final y Matías Fernández se nos fue. La carrera como futbolista profesional de Matigol llegó a su fin en un evento que se realizó en el Estadio Monumental y que congregó a distintas figuras que brillaron junto a él en su carrera.
Distintos números musicales y un entretenido partido entre sus amigos marcaron la jornada en el coloso de Macul que terminó con un emotivo discurso del propio protagonista. Es que, pasados los 80 minutos, las luces de la Ruca se apagaron y comenzó un espectáculo con humo, fuegos artificiales y distintas imágenes proyectadas en las pantallas del recinto deportivo.
En su momento, junto a su familia, Matigol tomó el micrófono y comenzó agradeciendo a “Dios. Porque me permitió estar con todos ustedes el día de hoy es algo que nunca olvidaré. Agradecer a mis compañeros, que me permitieron seguir creciendo y a los que vinieron de afuera, que viajaron por más de diez horas para estar acá”.
“Gracias a mi mujer, Alejandra. Porque ha sido pilar fundamental de mi carrera. A mis hijos, que siempre me acompañaron y estuvieron dispuestos a cambiar de ciudad y de país. Hijos, ahora es mi turno de acompañarlos. Darle las gracias a mi madre Mirtha, quien me impulsó cuando no tenía ganas de quedarme en Santiago porque me daba pena y ella me dijo que tenía que intentarlo. A mi padre que está en el cielo y estoy seguro que debe estar honrándose en este momento”.
Matías Fernández: “Colo Colo es la familia donde pertenezco”
Bajo los aplausos de las casi 40 mil personas, el 14 de los blancos siguió con su alocución. Así, aprovechó de continuar con los agradecimientos a “todos ustedes que están en el estadio, también a los que no pudieron estar. Siempre he sentido su cariño a pesar de que jugué mucho tiempo fuera, siempre los sentí cerca de mí. Tengo los mejores recuerdos de todos ustedes”.
Para continuar, contó una anécdota de la vez que debutó en el Cacique. El Monumental escuchó atento la vez cuando “jugué por primera vez en Colo Colo, el equipo no estaba muy bien y la hinchada comenzaba a exigir. Entré y la verdad es que no entré muy bien, pero como era de la casa, todo el mundo me aplaudía, aunque perdía la pelota. En este momento, comprendí que Colo Colo es una familia y es la familia donde pertenezco. Llegué con 12 años y hoy tengo 37. Ahí empezó mi historia y hoy termina donde todo comenzó”.
Junto con lo anterior, invitó a todos a “que vayan por sus sueños. Con perseverancia, disciplina y entendiendo que conseguir las cosas terrenales, sin tener a Dios, igual nos hará sentir vacíos. Si bien me retiro del fútbol profesional, no me retiro del fútbol, porque siempre será parte de mi vida. No seguiré corriendo en las canchas, pero siempre estaré en la carrera espiritual”.
Además, el calerano aprovechó de citar algunos pasajes de la Biblia y dio a conocer que “lo que uno siembra, cosecha. Así que animo a todos a que siembren cosas buenas, porque en algún momento las van a cosechar. Nuestra vida está llena de buenas y malas decisiones. La mejor decisión que tomé, además de casarme con mi mujer, es haber aceptado a Cristo en mi corazón, cualquier que quiera comprobarlo, tiene las puertas abiertas. Los títulos se van, las marcas se van a romper y el dinero se puede perder, pero Dios siempre pertenece”.
De esta manera, Matías Fernández salió de la cancha en medio de un pasillo que realizaron sus invitados y bajo el aplauso de las 40 mil almas que llegaron a corear su nombre, tal y como lo hacían en el año 2006. ¡Gracias por todo, Mati querido!