Claudio Bravo, cada cierto tiempo, recuerda con emoción sus recuerdos en Colo Colo. El ahora panelista de ESPN nunca escondió su gratitud con el Cacique por iniciarlo en el fútbol, una carrera en la que brilló por más de 20 años y en la que supo ganar todo con los clubes en los cuales jugó.
Esta vez, en el programa especial que realizó Equipo F, por los 100 años del Popular, Claudio Bravo y Marcelo Barticciotto desclasificaron cómo vivieron el proceso de la quiebra del club. Uno, como un juvenil que soñaba con ganarse un puesto y el otro, como uno de los pocos experimentados de ese histórico plantel.
Barti contó que “cuando fuimos a arreglar contrato a fines del 2001, te pagaban lo que podían, no lo que uno quería. Nos dijeron a varios si queríamos irnos o seguir. Ellos eran chicos todavía (por Bravo o Miguel Riffo, que también estaba en el panel), recién empezaban. Fue complejo, pero nos hizo fuertes”.
Claudio Bravo y su experiencia con Colo Colo en la quiebra
Y ahí fue que Bravo analizó esa época. “Nosotros lo vimos como una oportunidad. Creo que, si el club no hubiese quebrado en ese entonces, difícilmente hubiésemos tenido la posibilidad de poder jugar. Nos recordamos perfecto cuando llegábamos al camarín y decían que no había dinero para los jugadores grandes”, aseguró.
“Nosotros no cobrábamos absolutamente nada en ese momento. Era impensado que nosotros cobráramos algo, por eso todos lo vimos como una oportunidad real de poder jugar en Colo Colo”, agregó Bravo.
“Y rindieron”, respondió Barti. “Uno puede llegar a jugar y después, de última, no rendiste o no diste frutos, pero todos los que jugaron después hicieron carreras largas en el fútbol“, recalcó el “7 del Pueblo”.
Vale recordar que Bravo, en aquel 2002, no logró debutar. Debió esperar un año, hasta el 2003, para jugar sus primeros partidos en Colo Colo, con un Barticciotto ya retirado. Sin embargo, el bicampeón de América tuvo la valiosa experiencia de compartir camarín durante toda esa temporada con uno de los grandes emblemas del Cacique.
Barti, en tanto, en ese 2002 tuvo un rol más secundario. Jugó solo 17 partidos, apenas uno de esos como titular. Sin embargo, hasta el día de hoy se le destaca como uno de los grandes mentores del título en la quiebra, no tanto desde lo futbolístico, sino desde el manejo y liderazgo del camarín.