El Club Social y Deportivo Colo Colo tuvo una movida jornada para conmemorar los 52 años del golpe militar que sacudió a Chile un 11 de septiembre. La directiva de la corporación asistió a Villa Grimaldi y también estuvo presente en el Estadio Nacional para recordar aquellas personas que perdieron la vida por la acción de la dictadura.
Con el mensaje de “Verdad, memoria y justicia”, desde la entidad reafirmaron su compromiso con la verdad y los derechos humanos, en un día sensible para la historia de nuestro país. Algo que se viene realizando desde hace varios años y que llama a mantener vivo el nombre de quienes murieron por los abusos cívico-militares de la época.
“En la conmemoración del 11 de septiembre, el Club Social y Deportivo Colo-Colo participó activamente en dos espacios fundamentales de memoria: Villa Grimaldi y el Estadio Nacional“, señalaron en una publicación subida a la cuenta de Instagram.
“Nuestro presidente, Edmundo Valladares, dedicó sentidas palabras en recuerdo de los colocolinas y colocolinos que fueron víctimas de represión en Villa Grimaldi. Posteriormente, como institución, rendimos homenaje con una ofrenda floral en el Memorial del Estadio Nacional”, agregaron.
“Reafirmamos así nuestro compromiso con la memoria, los derechos humanos, la verdad y la justicia. Porque sin memoria no hay futuro“, complementaron.
La lucha de “Chamaco” por liberar detenidos y cómo la dictadura afectó a Colo Colo
Y es que Colo Colo no estuvo ajeno a todo lo ocurrido en aquella época. Sabida es la cercanía del plantel de 1973 con Salvador Allende. Quizás, un poco menos recordado es el notable rol que tuvo Francisco Chamaco Valdés, quien se enfrentó con los militares para liberar a futbolistas detenidos en el Estadio Nacional.
Uno de ellos era Hugo Lepe, futbolista que participó en el Mundial de 1962 y, ya retirado, tenía cercanía con el Partido Socialista. Algo que rescató Axel Pickett en su libro “Leyenda hay una sola: la historia de Colo Colo 73” y que dejó una frase para el recuerdo: “Nadie me tocará un pelo a mí, yo soy el ‘Chamaco’ Valdés“.
Además, la dictadura militar también intervino Colo Colo para evitar la presidencia de Antonio Labán, quien era cercano al, en ese entonces, presidente de la ANEF, Tucapel Jiménez. Ante esto, la Digeder denegó el permiso para realizar elecciones y entregó la administración a un banco privado (BHC), buscando la privatización del club.
En aquella época, el Club multiplicó su deuda a niveles insospechados, haciendo peligrar su continuidad. Algo que se pudo solventar, en parte, con un contrato de televisación realizado con TVN.