No cabe duda de que la personalidad de Arturo Vidal nunca pasa inadvertida y que también ese carácter es lo que lo ha llevado a mantenerse por más de diez años en la elite del fútbol mundial. Esa forma de encarar la vida la ha demostrado desde sus inicios en Colo Colo.
Álvaro Ormeño desclasificó en conversación con DaleAlbo la etapa en que el King era juvenil y como su actitud lo hizo destacar, aunque también le jugó divertidas malas pasadas. “Mentiría si dijera que me iba a imaginar hasta donde llegó. Él tenía un atrevimiento y personalidad que no te chocaba, pero si te sorprendía. El juega en la final de ida contra la U en los últimos minutos de lateral izquierdo y parecía que hubiera jugado toda su vida”, comenzó.
El ex lateral reveló como fue adquiriendo confianza con el correr de los partidos, desafiando incluso a los referentes. “Debuta de titular contra Antofagasta y fue la figura de la cancha. Cuando llegamos el lunes a entrenar él juega ahí, porque Miguel Riffo estaba muy complicado de la rodilla. Le dice ‘retírate tranquilo que yo voy a jugar ahora, no te caguí más la rodilla’”. Ellos jugaban, Miguel le decía “que te creí pendejo, si no vai a jugar nunca’, eran así”, narró entre risas.
Tampoco se achicó contra uno de los capitanes de ese plantel. “Se juntaba mucho con Arturo Sanhueza y él les daba manija a los más chicos para que hablaran así y salieran con esas cosas. Sanhueza decía que era el mejor de Chile, pero el Celia le decía que iba a ser el mejor del mundo”, agregó.
Pero tanta insolencia no le iba a salir gratis a Vidal, ya que los más grandes le tenían una sorpresa preparada en Copa Sudamericana.
“Cuando íbamos a jugar contra Coronel Bolognesi en Perú, iba de titular, lo pescamos en el hotel y le hicimos la pelailla. Para los que no saben, eso es cuando le sacan toda la ropa a un jugador. Lo dejamos afuera del hotel en pelota como 30 minutos, estaba muy canchero y tiraba tallas a todos, molestaba a los capitanes. Como jugaba se sentía el rey del mundo”, reveló.
De todas maneras, para Ormeño esa personalidad es lo que lo ha llevado lejos. “Él era así, muy patudo, eso creo que lo ha llevado alto en su carrera. Imagina que en Alemania le quitaba los penales a Ballack, en la Juventus a Pirlo, tiene una desfachatez que está por encima. Todos los teníamos mucho cariño, pero obviamente tenía una cancha terrible”, completó.
