Muchos la descosieron en el Colo Colo 2006 de Claudio Borghi. Pero las luces que se llevó Matías Fernández fueron muchas. Llegó a ser el mejor de América. Y Humberto Suazo, por su lado, el goleador del mundo.

Ante esto, el DT tetracampeón los recordó de manera especial en el programa El que Calla, Astorga de Redgol. “Adoro a Chupete, Matías. Los llevo para mi casa. Chupete es un tipo difícil, pero con quién. Tenía una coraza. No quería que uno entrara y no tenías que hacerlo. Se protegía y se ponía agresivo, pero porque no quería tener gente cerca. ¿Le iba a pegar con un palo? Todo lo contrario. ¿Qué tiene de malo decirle a un tipo que lo quiero mucho? ¿Lo confunden con la sexualidad? Lo adoro”, manifestó.

Por su parte, del 14 dijo que “Matías es el jugador perfecto. Fuerte, potente, veloz, le pega bien a la pelota. Sería injusto si me quejo de algo de él. ¿Canchero? No. Para entrenar, de los mejores. ¿Qué falló? Yo creo que no se sintió importante. Él necesitaba sentirse querido. Y no fue querido. Cuando debutamos en la selección es muy simple lo que le digo a Matías: vos tenés que hacer lo que hacías en Colo Colo. Hay gente que necesita esa confianza. Algunos te dicen ‘profe, de qué juego’. ¿De qué va a jugar? Si es creador. Si tiene que crear él debe elegir el lugar y el momento”.

Finalmente, y de su manera de ser, contó que “el único huevón que castigó en la selección fui yo y me dicen que era amigo de los jugadores. Tengo el privilegio de ser amigo de muchos, pero cuando tuve que sancionar, sancioné. Yo los juzgaré y ellos a mí. Con algunos hablé y con otros no. Yo no llamo a nadie, mi teléfono está acá encima y ni suena”.