La “guerra civil” en Colo Colo está desatada, a la batalla que la barra lleva en contra de la dirigencia y a los problemas internos de los directivos albos, el plantel terminó pagando platos rotos que no le corresponden.
Es así como Carlos Muñoz ha sido víctima de amenazas y “aprietes” por parte de la mismísima barra de Colo Colo. El primer episodio se vivió el día miércoles, cuando fue “llamado” a terreno por unos “hinchas” que le recriminaban no apoyar a la barra en su pelea con la dirigencia y el Gobierno.
“Tras el entrenamiento, fui interceptado por un auto. Cuatro integrantes de la barra se bajaron y conversaron conmigo, pero no en forma violenta ni con amenazas, solo me expusieron su opinión y yo les expliqué la mía. Fue tranquilo, quedó ahí y ellos siguieron su camino y yo el mío”, afirmó hoy Muñoz en palabras que reproduce el sitio oficial del club.
Pero vendría más, “la real amenaza vino después, cuando nos concentramos el viernes en el hotel. Recibí un llamado a mi habitación del coordinador de la barra, del jefe de la barra Pancho Malo. Me dijo que él no se hacía responsable de lo que me pasara, que yo tenía que pedir disculpas públicas y que tuviera cuidado porque ellos me iban a hacer daño. No me dejó hablar, me cortó el teléfono, fue prepotente. Con él no se puede hablar”, apunta.
El delantero se atrevió a hablar luego que por Twitter, sufriera insultos de la coordinadora de la barra, “esa es la amenaza, y eso me lleva a hablar ahora, y más aun sus declaraciones que soy un perro faldero de Blanco y Negro”.
Finalmente, el goleador se mostró temerario y que “no tengo miedo, en mi familia me apoyan, si esto sigue tomaremos las medidas del caso, pero creo que tengo el apoyo de todos. Colo Colo es más grande. Estoy con el colocolino que paga su entrada, me voy a hacer respetar, no soy perro faldero de nadie”, cerró.