Por Darío Sanhueza 

Gabriel Arias: Sólido. Tuvo un excelente achique en el primer tiempo a Ueda tras un error en la zona que debìa cubrir Maripán y otro muy bueno casi terminando el encuentro. Sin complicarse con los pies ni en las salidas a cortar, no fue tan exigido y sólo tuvo en un error en una salida en el final, pero con el partido sentenciado.

Mauricio Isla: Alternando buenas con malas, con su clásico despliegue y capacidad de hacer un surco por el sector derecho, y por otra parte no siempre terminar bien las jugadas, encontrando una excepción en el pase gol a Vargas en el 2-0. Un mal cierre no fue el 1-2 sólo por la impericia del oriental Ueda, en situaciones que equipos con más categoría no perdonan. Tuvo algunos minutos más adelantado tras la entrada de Opazo.

Gary Medel: Si bien sufrió con la cintura de Kubo, sacó la tarea adelante con suficiencia e imponiendo su consabido carácter y liderazgo en el campo. Inamovible.

Guillermo Maripán: Algo rústico, tuvo un error posicional con el partido 1-0 que no fue gol por la incapacidad de los japoneses para definir y un buen achique de Arias. De todas formas, en el segundo tiempo mejoró, e incluso un cabezazo ofensivo pudo haber tenido mejor suerte. Se nota que estuvo sin fútbol durante un tiempo.

Jean Beausejour: Sin brillar, se pareció mucho más al histórico lateral izquierdo de la Selección que al jugador que alterna buenas con malas en la Universidad de Chile. Pese a que sufrió con la velocidad nipona, también terminó cuajando un partido correcto, que quizás le faltó algo más de precisión en los centros y cerrar mejor su banda en el retroceso.

Charles Aránguiz: Extraordinario partido que lo consolida como uno de los pilares de la Selección. Debe ser uno de los mejores “limpiadores de pelota” del mundo, transformó un montón de pelotas peleadas y “sucias” en salidas limpias. Buscó siempre la pelota, muy preciso, no rehuyó la refriega e inventó una jugada idéntica a la del 1-0 a Australia en el Mundial del 2014, nuevamente con un gol de Alexis. Insustituible.

Érick Pulgar: Se jugaba un partido muy especial, con un nuevo status en la Roja y ocupando el puesto que durante mucho tiempo fue de Marcelo Díaz, extrañado por buena parte de los medios. Y respondió a cabalidad. Pese a que sufrió con la movilidad y talento de Kubo y Nakajima, aportó quite, generación de juego criteriosa y con pases largos, y además llegó a su primer gol en la Roja con un violento y preciso cabezazo. Le servirá para su confianza y para su empoderamiento, para que tengamos un volante central confiable durante muchos años en la Selección.

Arturo Vidal: Si bien no estuvo brillante, su impronta en la cancha, su presencia, su liderazgo, no los tienen nadie. Cada vez que fue al piso ganó, con precisión y carácter, participó en la generación de juego y además estuvo más ordenado de lo que podía esperarse. Bajó un poco su rendimiento en el segundo tiempo, condicionado por el golpe que sufrió en el primer lapso, y como un verdadero líder, entendió que lo mejor era que ingresara un compañero en mejores condiciones.

José Pedro Fuenzalida: Con su despliegue, inteligencia, trajín, disciplina táctica y solidaridad acostumbradas, aunque no gravitó demasiado. Tras su salida por Opazo, Chile marcó dos goles.

Eduardo Vargas: Con ese magnetismo inexplicable que ha mostrado tantas veces con la Roja, que está lejos de ser casualidad. Toca poco la pelota, no participa demasiado en el juego, pero cuando la tiene la mete y eso en el fútbol es impagable. Un jugador hecho para vestir la camiseta roja.

Alexis Sánchez: La diferencia entre el Alexis serio, triste, apagado, versus el Alexis alegre, entusiasta, motivado, es abismante y qué bueno que después de tanto tiempo hayamos podido ver a esta versión de Alexis que disfruta más de lo que sufre. Fue el principal agente ofensivo en el primer lapso y encontró su premio en el gol que mató el partido, teniendo todavía un cartucho para meter una asistencia sensacional a Vargas para el 4-0.

(77’) Pedro Pablo Hernández Salió Vidal y no se notó demasiado, lo cual habla muy bien de trabajo silencioso del Tucu. Buena alternativa.

(79’) Óscar Opazo: Participó en la jugada del tercer tanto, se fue de lateral para permitir la subida de Isla. Tuvo algunos problemas en los cierres atrás pero con el partido definido. Injusta tarjeta amarilla.

(87’) Junior Fernandes: Pocos minutos para ser evaluado, pero si bien entró con el encuentro definido para reemplazar a un Alexis extenuado, lo hizo bien e incluso remató al arco.

D.T. Reinaldo Rueda: Ha tenido un proceso muy convulsionado, pese a no haber disputado partidos oficiales hasta hoy. Probó a muchos jugadores y fórmulas en los amistosos, encontrando a tres futbolistas que fueron titulares hoy (Arias, Maripán y Pulgar). Y al momento de empezar a competir en serio, demostró -al menos hoy- que otra cosa es con guitarra, otra cosa es por los puntos y que el equipo chileno, si bien acarrea más desgaste y años en el cuerpo, mantiene buena parte de su esencia y calidad. Validó varias de sus decisiones, aunque por supuesto queda ratificarlo ante rivales que perdonen menos que los japoneses. De cualquier forma, su figura, bastante cuestionada antes de la Copa, encuentra otro status tras la contundencia del debut.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

TRIUNFAZO | Chile derrotó 4-0 a Japón en el primer partido oficial de la era Reinaldo Rueda. ¡Vamos La Roja!

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