¡Saludos Colocolinos de Corazón! ¡Felicidades en nuestro mes aniversario!, de lo que hasta este momento, ha sido nuestro triunfo y alegría más grande en lo deportivo. Una alegría que tiñó a todo un país, que se reencontraba con la alegría de la libertad y los derechos ciudadanos, una alegría de Blanco y Negro puro, no del que solo usa el emblema para transarlo financieramente; y peor aún, últimamente muy mal. Sin embargo hoy, cuando ya casi finaliza nuestro mes de aniversario, aún es un mes de fiesta y no es lugar adecuado para reabrir vigentes heridas. El día 05 de junio está marcado a fuego en cada corazón de los millones de colocolinos, incluyendo a quienes hoy nos dirigen, y eso sin duda está por sobre todo.
El haber obtenido la Copa Libertadores en 1991 no solo marca el verdadero sitio mundial de Colo Colo, sino también nos enseña hasta hoy, lo que significa hacer un buen trabajo conjunto. Esa copa no solo es fuerza, garra y técnica de jugadores y cuerpo técnico, pues ellos, los verdaderos protagonistas son quienes lo reconocen en primer lugar. Esa copa fue fruto del esfuerzo y trabajo de tanta pero tanta gente, que sería injusto y hasta ingrato nombrar. Lo importante a la hora de recordar esa gesta, heroica para el deporte chileno, es establecer y dejar en evidencia que cuando se reúnen todos los estamentos y se empuja el carro para el mismo lado las recompensas quedan en la historia.
Eso fue precisamente lo que hicieron todos: jugadores, cuerpo técnico, directivos y también nosotros, los hinchas. Luego se sumo la prensa, cosa que no es tan relevante para el éxito, enriquece el proceso, no hay duda, pero también destruye cuando se predispone y pierde el sentido informativo para el cual es llamada. Sin embargo, la magia del Colo Colo de Jozic, radica justamente en que cautivó y rompió todos los márgenes conocidos por el fútbol chileno hasta entonces; vistos tal vez en el proceso mundialista del ’62. El croata y su equipo aunaron fuerzas de todo tipo y nos regalaron la alegría más grande hasta ahora en lo deportivo. Eso en cuanto a logro futbolístico.
Amigas y amigos de Colo Colo, a los héroes del ’91 ciertamente les debemos respeto, cariño e infinitas gracias. No obstante también les debemos, hoy, el mismo valor y sentido con que defendieron lo más importante de todo esto: La insignia del Cacique en el pecho. Porque por importante que ha sido la alegría de levantar la copa Libertadores de América, la Alegría (y con mayúscula) más grande de todo Colocolino que se precie de tal, es justamente esa: ser de Colo Colo.
Hoy y siempre Colo Colo está en nosotros, los que llevamos el cacique en el pecho. Ayer, verdaderos gladiadores con su empuje y coraje nos llenaron de gloria esa fría noche del 05 de junio, y es en valor de esa gesta que hoy celebramos, es que debemos seguir por esa senda, hoy algo extraviada pero ¡jamás olvidada! Por eso llamo al pueblo colocolino a sumar las fuerzas que nos permitan construir otra noche como aquella, y así que vengan mil más
Muchos cronistas hoy escriben acerca de los golazos de Barticciotto, de la garra del polaco Dabroswski, o de las atajadas y cábalas de Morón, y de sin duda, del más albo entre los albos de ese campañón: el perro Ron (QEPD). Inolvidables todos, pero por sobretodo ¡Caciques!
Para terminar solo los invito a seguir celebrando este y nuevos aniversarios de nuestra primera copa Libertadores, pero también a trabajar, cada uno desde su trinchera. Al cuerpo técnico actual que dirige Gallego a realizar el fútbol galano, ofensivo e inteligentemente táctico que nuestra historia siempre ha tenido. A los dirigentes de B&N y la gerencia del Sr. Jaime Pizarro a propiciar un desarrollo real de las divisiones inferiores, pues ahí está el futuro del club, y a fortalecer como siempre debió ser al plantel de honor. A los jugadores, nuevos o los que vendrán, que sepan desde el primer minuto que en Colo Colo se deja el alma en cada partido, solo así se queda en la historia del más grande club de fútbol en Chile. Y a nosotros, los hinchas, a no ser tan exitistas como hemos venido siendo. Podemos criticar duramente campañas o malos procesos, pero no podemos dejar el Monumental tan vacío como el último tiempo. Cierto, existen factores que todos los estamentos involucrados deben comenzar a modificar ya para que ello ocurra. Solo así lograremos que sucedan nuevas y mejores cosas para nuestro querido, recordado y amado Colo Colo.