Un nuevo episodio de violencia y desórdenes vivió el fútbol chileno este día miércoles. En el estadio Elías Figueroa, Universidad Católica se enfrentaba a la U por los cuartos de final vuelta de Copa Chile y el compromiso terminó abruptamente a los 4 minutos tras el impacto de fuegos de artificio al arquero azul, Martín Parra.

El elemento pirotécnico fue lanzado desde la barra de los Cruzados y cayó a solo centímetros del arquero de la U, lo que le causó una severa lesión acústica debido al estruendo, por lo que tuvo que ser llevado a un centro asistencial en Santiago. Así, luego de la reunión del juez del compromiso con los capitanes de ambas escuadras, se decidió suspender el encuentro por la notoria falta de garantías de seguridad.

En Colo Colo seguían atentos el duelo. Y claro, la UC es el próximo rival de los Albos por la fecha 26 del Campeonato Nacional y si bien, no pudieron ver al rival en la cancha, si pudieron ver los incidentes que se produjeron. De esta manera, comenzaron a tomar nota para que así, los hechos no se repliquen en la Ruca.

Es que para el partido ante los de la precordillera se espera un lleno total en el Estadio Monumental. 40 mil espectadores son los autorizados para asistir a un cotejo que puede significar el título para el Cacique, por lo que, desde la dirigencia alba, viendo el ejemplo de lo que ocurrió en Valparaíso, ya preparan un plan de contingencia para redoblar las medidas de seguridad y evitar cualquier desmán.

Es que recordemos que en nuestro estadio ya se han vivido algunos sucesos que tenemos que lamentar. Este año, fueron múltiples las veces en que se produjeron avalanchas en los ingresos, desórdenes dentro del coloso y varios castigos por el comportamiento de la hinchada. Sin ir más lejos, fue hace algunas temporadas, cuando un caso parecido al de Parra ocurrió con Nicolás Blandi en el terreno de juego.

Así, en el Cacique quieren que el Monumental sea una fiesta de principio a fin, por lo que ya se reunieron para tomar cartas en el asunto, prever cualquier desorden y que, en definitiva, los hechos de violencia no tengan más cabida, al menos, en la casa del Eterno Campeón.