Juan Guillermo Domínguez llegó a Chile, entrenó un par de días y cayó hospitalizado por un virus que, según los médicos, traía incubado desde Rosario. Perdió cuatro kilos por la deshidratación pero ya está bien y reintegrado desde el lunes.
“Con el profe Labruna hablé, sé que para el domingo es difícil pero estaré pronto. Viene el partido de Copa Chile y podría estar ahí. Tengo muchas ganas de jugar, de aportar mi granito de arena y sé que viene cerca la posibilidad. Depende de mí acondicionarme rápido, aunque en lo físico venía bien. Lo hablé con el profe Fleitas y eso hay que retomarlo para estar luego”, confesó el colombiano hoy en el Estadio Monumental.
Sobre el último partido y el trabajo, dijo que “desafortunadamente los errores hacen ver que el equipo está mal, pero está mucho mejor en lo físico y lo táctico. En el corto plazo tendremos mejores resultados. El profe Fleitas ha sacado algunos jugadores para acomodarlos físicamente y eso servirá. Sé que estaremos mucho mejor”.
También aseveró que aportará “salida por mi costado, me gusta ser ofensivo y al profe Omar le gusta que el equipo presione, quite la pelota en terreno contrario para estar cerca del área. Quiero demostrar por qué me trajeron a Colo Colo”.
Finalmente, desmintió que tuviera un apodo relacionado con el rival de siempre y puntualizó que nadie en el Monumental está pensando en ellos y en sus resultados internacionales.
“No escuché a ninguno del equipo hablando del contrario. Estamos pendientes de nosotros. ¿Mata chuncho? No, nunca supe por qué me dijeron así cuando llegué, de familia siempre me dijeron Carachito”, concluyó.